20 de octubre de 2008

Hoy es un día Azul

Hoy es un lunes azul, un día para tomar decisiones difíciles, viscerales, terribles, radicales y espantosas, pero decisiones que son por el bien de muchos que desconocen la actividad de pocos.


Hoy es un día lleno de azul pero no de ese azul que inspira a los poetas, ni del azul que ahoga a los cielos, es un día en el que sentarse a discutir con el vacío es necesario, un día que quizás ya se ha vivido en tiempos de atrás.

Pensar es cuestión de acomodar las neuronas y vacilar en varios intentos de supervivencia, intentar ahogar las palabras y hablar con mesura, paciencia para digerir las noticias del cotidiano horario, momentos que se guardan en un bolsillo roto, monedas que caen y pagan el barato suspiro de la soledad, emociones encontradas y dudosas, emociones que nos hacen humanos y mundanos pero que no nos degeneran.


Nos reverenciamos en un abrir y cerrar de ojos, dejamos en el ego ese orgullo escondido que nos inspira a escribir, a pintar de azul el dolor y dejar en el verde el olvido de otros, números que no dejan en calma los pensamientos, deberes pendientes que no se sellan ni motivos que se guarden en el sombrero.


Sin aire y sin ganas de festejar, se fue el tiempo con la experiencia a su lado, alrededor de la soledad sentimos el festivo hedor de otros, de la mirada clandestina de los minusválidos, de esas vísceras exageradas de la memoria que dan pulso a la razón, hoy quizás por ser azul es que atropellamos en el escrito de forma ridícula, ofendemos al lector con secretos que no están publicados, pero publicamos en el lector el azul incierto de nuestra incertidumbre.


Hoy es un día de tomar decisiones, hoy es un azul que no vale la pena observar, hoy por hoy quedamos a la diestra de la soledad, sin padres y sin razones.

AV.

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