2 de octubre de 2014

Proyecto 31: Primera Estación.



Desde hace más de 31 semanas (alrededor de hace casi 8 meses) inicié la idea de dar pauta a un nuevo ciclo de letras, aprovechar que se avecina mi onomástico en su versión 31 y con él la oportunidad de dar paso a la reflexión y por qué no, a la ilusión. Fueron semanas en las que la procrastinación y otros males de la humanidad hicieron de mi idea inicial un próspero ideal que no lograría aterrizar en letras reales sino hasta el día de hoy, en otras palabras, fueron 8 meses difíciles.

Al igual que ocurrió hace siete años con el Proyecto24  en esta oportunidad regreso con un conteo similar a los hechos significativos de mi existencia. En esta oportunidad el ejercicio viene acompañado de un ingrediente especial, los amigos.
El fin de este nuevo proyecto es lograr la escritura de mis mejores reflexiones, replantear visiones de la vida o darle cabida a ideales del descuido, más que un conteo o Top 31 (como fue el formato del Proyecto 24), es mas bien darle espacio a 31 reflexiones, a 31 costumbres, a 31 ideas o por lo menos, a 31 excusas para darle vigencia a este blog personal.

Como bien mencionaba, el espíritu de esta nueva oda es la presencia de 31 personajes (algunos que no han confirmado nada a la fecha de hoy)  que han sido de parte mía, escogidos como pilares o representantes de algún aspecto importante de mi vida, sea del pasado o sean del mismísimo presente que junto a su compañía van escribiendo a diario esos titulares de la cotidianidad.

Sonará a excusa o quizás a un lugar común, pero más allá de lograr dar visibilidad a mis pensamientos y frustraciones, a mis rincones y ensoñaciones, darle a este mes de octubre el punto de partida a mi año 31, y con este año que arranca, al Proyecto 31, excusa perfecta, diatriba imperfecta, canción de cuna o comercial de inspiración, cualesquiera se ahora la bandera que cubra esta iniciativa, rodará en las mentes de quienes seguramente levanten interés por esta vacía, descuidada y por qué no, renovada vida que he tenido.

No será un asunto autobiográfico, aunque pueda caer en ese terrible lugar común, pueda que se convierta en un ejercicio de redescubrirme, de identificarme ante mi otro yo, pueda a la final, sea solamente como me lo señaló una gran amigo un tiempo atrás, sea solamente un mero ejercicio de narcicismo y arrogancia, pero como los que me conocen del alma lo saben, se me es factible ser intransigente y egoísta.

A vuestra merced: Proyecto 31.


AV

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