30 de octubre de 2015

Temporadas.



A sad cat by Ruby125.
Digital Art / Photomanipulation / Animals & Plants©2009-2015 Ruby125


Se incendian los bosques y las montañas en Colombia, los valles se están secando poco a poco hasta arder en sed, los Chigüiros no tienen ya quién les cante ni la soledad tiene quien la juzgue. Canciones rodean por doquier las intenciones de buena voluntad para hacer algo que dé real solución a la crisis ambiental.
Crisis, porque no es un efecto natural, da casual reflexión que los desastres naturales no son de origen natural sino, de origen humano. Es octubre de por dios, lluvias e inundaciones al por mayor, lo nuevo son los incendios forestales, lo viejo es la estupidez humana, lo eterno: La voluntad política que no soluciona.

Hoy me levanté más reflexivo que de costumbre, entender en los diarios los cambios por los que nuestro mundo comienza a sufrir y pretender sentir nada es algo a lo que no puedo esquivar en la comodidad de mi silla. Tampoco puedo ser gestor de eternas luchas cuando es la razón humana la que siembra esas mentadas tragedias.

Me levanté reflexivo  y encuentro la normalidad de la prensa en los chismes políticos de pasillo, porque la prensa comenzó a convertirse en una sala de belleza donde se cuentan historias y especulaciones de funcionarios dejando al análisis fuera de toda posibilidad.

Observar en esas noticias que fulano o sutano asumieron o abandonaron, que llamaron o dijeron, que estuvieron o volvieron, que este fue capaz o que aquel no alcanzó a cumplir. Dejémonos de vainas, el mundo arde y la prensa malgasta el papel.

Desde la comodidad de mi silla me dejo afectar por lo que sufren animales salvajes huyendo de las llamas, o lo que sufren los animales callejeros (mal llamados domésticos) con las fuertes lluvias e inundaciones, o lo que sufren los abandonados ciudadanos, los que no tienen techo porque el hogar es la calle. Sentirnos sensibles ante las desavenencias del mundo, frágiles al sentido mismo de la falta de humanidad en estos tiempos de odio y reflexión, porque nadie espera nadie, todos luchan contra todos, sabio es Rodolfo, hijo de Rosario, estúpida es la humanidad que pende de su misma voluntad.

Me dejo afectar porque son tiempos difíciles, no solo afuera donde se sufre de sed o de hambre, también en casa, también en el corazón, inclusive en el armario. Son tiempos de cambio que llegan sin presagios y van derrumbando una a una las ilusiones de un estado de comodidad, cambios que hacen que la familia se una y se atrape en una burbuja de desesperación; Noches que nos hacen reflexionar sobre lo bonito del amor y lo grato que es hacer del mismo, un modo de vida, una religión. Inventarnos sacrificios o abandonar hábitos para construir nuevos mundos, nuevos sueños, darle esa voluntad a lo que nos hace vibrar.

Cambios que ocurren porque la vida es un eterno ir y regresar. Cambios que llegan en forma de amigos, de libros, de tazas de café o perfumes. La felicidad es parte del cambio pero no nos deja exentos de  reflexión ni sensibilidad.
Estamos en octubre y a la mañana de hoy me levanté sensible y con la cabeza puesta en todo lo que aqueja este pequeño  universo, quizás el poder de la música que nos orienta en las emociones, tal vez el malestar en la cultura y juzgar a sus civiles con los rituales mismos del Halloween, quizás entonces, la soledad del alma cuando el tiempo pasa y nos deja sus versos.

Quizás, quizás, quizás.

Me dejo afectar porque ya no puedo pretender ser un infame que sigue por la vida mientras todo pasa, porque soy humano y hago parte de ese defecto al que llamo voluntad, porque me dejo inspirar por lo que duele, por lo que traspasa las escamas, porque las canciones también son egoístas y nos llevan a pensamientos o personajes, a recuerdos o cicatrices, porque la vida misma es un juego de recuerdos y esperanzas.

Es momento de construir y exigir a la vez, a uno mismo, porque no tenemos a quién más delegar la responsabilidad de la vida, la deidad misma de lo humano es nuestra propia conducta, nuestra habitable manera de dar al mundo lo mejor de nosotros, de las reflexiones que imprimimos o publicamos, de lo social que pueda llegar el mensaje, o el grito.

Temporada de dulces, de regalar amor, de abrazar a los que queremos, temporada de cambios, de aprendizajes, de sueños y esperanzas, de amigos y conocidos, de juegos y festivales, de canciones y graffittis, de jardines y estaciones de buses, temporada de cambios insisto, de hablar de cambios pero seguir en la comodidad de la silla, de ver el mundo arder, de ver a la política arder.

De hablar de todo un poco,

… de salir a caminar.


AV