2 de noviembre de 2014

Carlos Cuervo: Una Consideración.



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Como consecuencia a una petición que Armando José me trasladó en estos días, por la cual mencionaba su deseo de ser descrito por algunos de sus amigos, desarrollé en estas líneas mi opinión sobre el joven que conocí hace unos diez años.

Corría el comienzo del año de 2004 y en mi establecimiento Caffetto, ubicado en ciudad Jardín se hacía necesario la incorporación de algunos jóvenes universitarios para realizar labores de ventas como meseros o barman, de esta manera y por recomendación de la estudiante de psicología Martha Claudia Arias, llegó a finales de ese enero el estudiante de ciencias políticas y constructor de visionarios proyectos.

Ya por aquella época Armando acariciaba la idea de convertir a su proyecto encuentro local de poesía Nocturno en una cita anual a la que concurrirían jóvenes y noveles escritores. 

Este encuentro procuraba invitar a los principiantes en el arte de escribir a perseverar en sus esfuerzos y ese año tenía la particularidad de unir esta actividad con otras facetas culturales. Igualmente él quería a la par desarrollar una investigación sobre la proyección de las industrias culturales, convirtiendo ese estudio en una base de su proyecto de tesis de grado.

Armando es un hijo único, con una personalidad caracterizada en esa época por la severidad, al igual que todos los chicos que no tienen hermanos, a veces un poco distante o en otras ocasiones autoritaria. Aun así no era sorprendente notar como lograba vender sus propósitos e ideas con valentía, aun proponiéndolos en auditorios conservadores y excluyentes.

Toda esta actitud me llevó a apoyarle en la realización de ese segundo proyecto en asocio a dos clientes y amigos que lo co-patrocinaron; esa fue una noche en la que demostró que tenía la madera para conducir y administrar cualquier proyecto cultural, en la medida que su madurez y la experiencia, que se acumula con los años, le permitieran buscar actividades con mayor envergadura.

Compartimos el amor por el rock clásico, mas no el del tequila y si el de los Martini secos, así que compartimos tertulias, risas y discusiones sobre política, tema que sin duda nos ha apasionado a los dos.

Hoy en día marchamos un poco alejados, aunque a través de redes sociales cada uno se entera de los esfuerzos del otro y así he conocido de sus adelantos académicos y de algunas de sus historias personales.

Imagino que la llegada a sus treinta y un años lo debe tener pensativo y observante ante las acciones y eventos futuros, que vendrán con esta década nueva que comienza a transitar y a vivir y en la que de seguro oiré hablar mucho de él.

Finalmente Armando recibe un Feliz Cumpleaños y que esta treinta y una vuelta al sol te colme de realizaciones exitosas y de nuevas inspiraciones.


CC.

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