10 de octubre de 2014

Proyecto 31: Un Regalo.






Entrega número seis. Volviendo a los subjetivo de mi ser, a lo más egoísta de mi intelectualidad, de mis caprichos y mis impulsos, lo más intransigente y testarudo de mi deseo. Nos encontramos nuevamente aquí, en nuestro punto de encuentro literario, en las reflexiones que día a día hacen parte de este Proyecto 31, de esas ocasionales fiestas de la memoria.

Haciendo un recuento de esos que solo los desamparados suelen realizar, arranco al mejor estilo de Proyecto 24 a rememorar lugares y personajes donde un cumpleaños ha sido celebrado.
Desde el 2005 en el tradicional Tin Tin Deo de la ciudad de Cali, pasando por el gran 2007 con concierto de Andrés Calamaro incluido y fiesta en la psicina hasta altas horas del amanecer, derivando en ese horrible 2010 de silencios y sonrisas hipócritas, o por qué no, de esos maravillosos 2012 y 2013 en que en el mismo Bar, en la Ruta 66 se convidaba con propios y extraños hasta encontrarnos aquí, en pleno 2014.

No haré mención a las diferentes celebraciones de cumpleaños porque ese será un tema propio, tendrá su lugar y su momento en este proyecto tan particular, pues qué historias saldrán de allí corriendo como ardillas a campo abierto, quien lo sabe, pero por ahora no nos desviemos de esta entrega. Hablar de un regalo, no propiamente con motivo de cumpleaños es una travesía muy inclusive, un juego de la memoria dónde son más las risas que las lágrimas, porque comprendamos una cosa señores, hasta las despedidas son regalos que nos da la vida.

Tengo memoria de momentos que me arrancaron sonrisas y hasta carcajadas de felicidad, inclusive de placer producto de una buena broma o de un regalo que en verdad me ha llegado al corazón. Por supuesto, sin sonar a mal agradecido – aunque así lo sea -  también hay regalos que me han provocado darle un golpe al remitente sea ya por el mal gusto o por el gesto con el que se da el regalo, a la final, cuestión de puntos de vista.

Hay regalos inolvidables, porque esa persona que los da hace que así sean: Imposible olvidar dos serenatas seguidas de cumpleaños. En 2008 el 18 de octubre día sábado, gran concierto de Andrés Calamaro en la Plaza de Toros. El 16 de octubre de 2010 día sábado, gran concierto de Juan Gabriel en el estadio Pascual Guerrero. En ambas ocasiones fue la misma persona la que me premió con ese regalo como detalle de cumpleaños, más que la persona que me lo dio (siendo totalmente sensato) fue el detalle en sí lo que me movió el alma, pues ver a estos artistas en vivo era algo para mi indescriptible. En este 2014 tenemos el sábado 18 de octubre a Franco de Vita de concierto, seguiré esperando si se da la posibilidad de ir o no a dicho espectáculo.

Regalos como los de los abuelos siempre serán el mejor recuerdo que tanto niños como adolescentes tendrán para la memoria, para la vida. Los abuelos son esos seres perfectos que nunca en la vida les veremos ni hemos visto defectos, son esos seres encargados de dar sentido a la infancia, de darle amor a lo que todavía no sabemos que se llama amor. Inolvidable para mí mi primer guitarra, aquel invierno de 2002.
Un gran cumpleaños fue también gracias a mis amados padres, mi primer piano en esa temporada de 1997, o aquel 1998 cuando recibí mi primer disco de Grupo Niche, en ese entonces, “A Prueba de Fuego”.

De los amigos tengo grandes recuerdos, tanto buenos como malos.

Ese cenicero que Doña Gata me regaló con tanto amor, acompañado claro, de esas esmeraldas que para la vida quedarán. A Paulina a quien la vida me la puso en el camino como esa hermana menor que nunca tuve, a ella jamás le olvidaré ese cuadro con la dedicatoria por aquel diciembre del reiterativo y caprichoso año 2007.

Por supuesto que también hay regalos infames como el gesto de desprecio que acompañó la anónima entrega del regalo de amigo secreto en el 2013, un llavero cargado más con desprecio que con la verdadera intención de dar algo de corazón, pero prometo solemnemente que algún día os narraré esa historia en este Blog.
Regalos que levantaron más rabia que felicidad hay en la memoria de todos, otro caso además del anterior, es aquel Portarretrato con el collage de imágenes de mi ex pareja de ese entonces, fotos sobre fotos, haciendo un recorrido por las vivencias juntos, hasta allí digamos es un detalle muy bello adornado con un Portarretrato muy fino, el malicioso detalle nació precisamente en que la relación ya había terminado y sentí una presión inmensa en mi interior con ese gesto, para que la relación se fuera a retomar.
Me sentí sobornado, chantajeado, sentí que me obligaban a retomar una relación que no quería retomar, si quería a la persona en cuestión, pero sabía que no valía la pena volver a su lado… un año después el tiempo me dio la razón, hoy en día ese portarretrato sigue vigente pero ahora conservando  una fotografía de mi madre, la primer mujer que amé en mi vida.

Siendo más fieles al presente, me siento muy contento con quienes me rodean, quienes me han regalado su tiempo y escucha, a ellos con prontitud espero corresponderles con el deseo y la experiencia del caso. Adoro los regalos de mi Leona, esas cartas de amor, los peluches que adornan mi habitación (Fausto y Mayonessa), los Vasos para el Café, los corazones de cartulina y cada chocolate que endulza mi día, es vitamina del amor para el alma, es mi presente y mi emoción.

Comprometernos a hablar de un regalo es pues un ejercicio que más que convicciones nos lleva es a las ficciones de la vida, nos confronta los deseos con los recuerdos, abrimos ese baúl de esperanzas para buscar la posibilidad de recibir esa bicicleta que nunca recibí de niño, o ese Super Nintendo (SNES) que nunca llegó. 
O el lamentable escenario donde vemos a todos recibir regalos y sabemos que no hay nada para nosotros porque llegamos de sorpresa a una reunión que por supuesto, nadie nos esperaba y ello nos remota a esa diciembre de 2009, en NY donde un paquete de 12 medias era el mejor detalle que se podía convidar, digamos que de ese suceso nace la “Leyenda de las Medias Grises”, historia que también prometo contarles en alguna oportunidad.

Soy de los que agradece más una compañía y un gesto de sensatez que un detalle material, pero bueno, somos humanos por favor, ¡claro que necesitamos regalos materiales!, nunca dejaremos de ser niños. Siguiendo la línea del entonces proyecto anterior y a una semana de mi onomástico (cumplo años el próximo 18 de octubre), comparto con ustedes una humilde y breve lista de regalos que me gustaría recibir de celebración, lo hago claro, con la intención de facilitarle a vosotros la tarea de pensar qué detalle podría gustarme, pues bien se y comprendo lo difícil que es comprar algo para alguien, en especial si ese alguien es un testarudo, intransigente, arrogante, complejo, prepotente y exigente como yo.

De hecho si es usted de los que vive fuera de Cali no se preocupe, que Avianca, Coordinadora o Servientrega o cualquier compañía de mensajería hace toda entrega contra reloj y puerta a puerta, solo confirmen para darles la dirección a dónde deben de enviar la ofrenda.

Sin más preámbulo: 31 Regalos de Cumpleaños:

  1. Una Botella de Vino, Malbec o Carmenere por favor.
  2. Una Botella de Chivas Regal, sea de 12 o 18 años preferiblemente.
  3. Una Caja de Tabaco Negro Cohiba.
  4. Una Loción (o Perfume). Preferiblemente de Perry Ellis o Lacoste.
  5. Libros, muchos libros: De Novela Histórica, de Terror, de Poesía Norteamericana, no sé, sorpréndanme.
  6.      La Camiseta de River Plate 2014, es hermosa.
  7.      Corbatas, muchas corbatas.
  8.      Un Saco tipo Blazer de color Rojo oscuro, o Azul.
  9.      Ceniceros decorativos, coleccionables.
  10.   Afiches de Marilyn Monroe, Superman, de Pink Floyd.
  11.   Un Maletín.
  12.   Objetos coleccionables alusivos a Superman.
  13.   Una Caja de Chocolate Negro.
  14.   Marcadores Borrables para así dictar mis clases con más pasión (?)
  15.   Un tablero de Acrílico (Borrable) para trabajar en mi casa.
  16.   Camisetas deportivas alusivas a Personajes, Superhéroes y demás.
  17.   La Camiseta del Valencia CF (Guiño – Guiño).
  18.   La Colección en BluRay de Superman.
  19.   Bufandas, muchas Bufandas (Pero ni por el *** que sean de colores alusivos a la cultura Reggae)
  20.   Gatos: De madera, de Porcelana, de Barro, Metálicos, etc. Gatos para adornar la casa.
  21.   Un afiche alusivo a las obras de Salvador Dalí.
  22.   Unos Audífonos bien coquetos.
  23.   Una Bicicleta.
  24.   Unos Patines en Línea.
  25.   Una Invitación a comer a Ruta 66.
  26.   Unas Gafas de Sol.
  27.   Sudaderas para practicar deporte. (Es en serio ¬¬ )
  28.   Unas Zapatillas para practicar deporte. (Ibíd.)
  29.   Un Zippo.
  30.   Una Agenda 2015.
  31.   La Myth Cloth de los Caballeros Dorados de Libra yAcuario (Ojalá los 12 Caballeros Dorados)

Finalmente, lo que vuestra voluntad considere que no esté en esta lista pero que lo consideren propio para mí.

Por todo lo demás, gracias a todos.

AV


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