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5 de septiembre de 2025

Conversaciones (Sergio)



Imagen tomada de: https://www.peakpx.com/en/hd-wallpaper-desktop-frury    

Ayer tuve la oportunidad de conversar con Sergio Adrián, algunas palabras nobles, ligeras, de esas que terminan las frases con sonrisas, en un par de momentos frunció el ceño, de seguro, en reproche a mi insistente sugerencia de que inicie el curso virtual de Excel, es que insisto, es algo que todo ser humano debe de saber similar a nadar, por ejemplo.

En aquella conversación también estaban presentes otros importantes comensales, no tanto como Sergio Adrián, pero si grandes invitados de esta casa de letras.

Tuvimos la oportunidad de conversar, porque eso hacen los amigos, conversar. Profundizamos en las importantes reflexiones del ayer, de los logros de unos, de los retos a los que nos enfrentamos a diario, de lo que hemos dejado y de aquello que tanto nos ha costado.

Nos acompañó Richi, un joven gestor de soluciones que vino desde otras tierras a complacernos con su sonrisa, su amable compañía y los inmensos retos de su trabajo son cuento de muchas palabras para aprehender, pero siempre noble como su forma de hablar. Estuvo ausente Leo, pero es que la distancia es en ocasiones, un cruel admirador de las causas perdidas.

Hubo diálogo entre pares, tomamos coca-cola, estaba con antojo de una pizza así que procedí a comer como un niño, porque eso hacen los niños, admirar la pizza, manjar que espero prontamente Sergio Adrián aprenda a valorar.

Durante el tiempo que nos reunimos pudimos poner al día asuntos como los nuevos avances laborales de cada quien y las delgadas líneas del amor, tema en el que por supuesto la novedad está sobre la entrada de esta casa, porque si bien Sergio llegó en compañía de sus padres, los demás presentes en la mesa ya tienen establecida su situación sentimental desde unos años hasta hoy. En cambio este insensato que escribe presentó a los comensales algunos datos interesantes sobre la señorita de ojos cafés, una dama que ha llegado para ocupar un importante y esencial lugar en este cotidiano corazón.

Seguimos conversando y despejamos dudas de lo que el presente suele corregir, nos cuestionamos un par de escenarios futuros, o como dice la señorita de ojos cafés, de pensamientos utópicos.

Terminamos de comer y descartamos cualquier posibilidad de postre, Sergio Adrián debía de llegar a casa con prontitud y sus padres, cómo no, avanzar en la tarea de comprar con urgencia otra dotación de pañales, los viernes siempre hay bajo nivel de provisiones.

Richi de regreso a su hospedaje, al otro lado de la ciudad y yo camino a mi casa por igual.

Habrá una próxima cita, quizás, pero es grato saber que encontrarnos con la casualidad del tiempo ajeno es un desafío que nos proponemos superar para seguir construyendo esta relación de amistad que ya supera los diez años, como mínimo, salvo Sergio Adrián, que apenas llegó hace siete meses para imponernos su voluntad.

Por favor.

AV.

26 de mayo de 2009

Placer que se siente


Imagen Tomada de: http://arteyartistas.files.wordpress.com/2008/05/ragazza-di-gato-franzi-1910-20.jpg
Kirchner 800 x 596 (1880-1938)
Expresionismo Aleman


Las cosas andan un poco renovadas, las preocupaciones cambian unas por otras, los pendientes con la vida se encierran en habitaciones vecinas, los calores de la calle atraviesan los agujeros de la cabaña, el cielo azul a cuesta de un bello atardecer se da pelea con las obsesiones de la vida, nuestra paz se fuga en una nota musical.

Este fin de semana he disfrutado cuanto se me ha permitido el anonimato y el silencio, he logrado disfrutar de la nevera del hogar uno de los manjares que quizás en mi extraño gusto gastronómico podría definir como uno de mis platos favoritos. El primer descubrimiento fueron 1000g de salsa de mostaza, por encima de las salsas esta es mi preferida, su nobleza y textura da a la comida un sabor agridulce sin violar los sabores iníciales del plato que se saborea.

En el amanecer del sábado mi asombro se incrementó al encontrar un envase de Pepinillos en Vinagre, el mejor de los asombros, la mejor de las sorpresas, el mejor de los descubrimientos, el mejor de los detalles, el peor de los secretos.

Entusiasmado por ambos hallazgos comencé a comer ligeramente uno a uno los pepinillos con salsa de mostaza, al levantarme y acercarme a la nevera para tomar un poco de agua panela fría encontré otrora sorpresa: Queso Mozzarella y otro envase de Vegetales en Vinagre.

No lo pensé ni dos veces, tomé cuchillo en mano y luego de picar el queso en cuadritos diminutos, bañar en vinagre pepinillos picados en pedacitos y anexarle un poco de vinagre balsámico, opté por rebanar zanahoria, habichuelas, coliflor y cebolla, todos estos bañados en vinagre. Mezclé los ingredientes con el queso y los pepinillos, los dejé al ambiente un rato mientras preparaba un delicioso jugo de mango.

Cuando decidí servirme el plato de vegetales en salsa de mostaza encontré dos particularidades que hicieron de mi palada una fiesta multirracial en sólo un día: Aceitunas Negras y Tomate Seco.

Perfecto, todo servido en bandeja y el tomate bañado en aceite de oliva con un poco de pimienta y las aceitunas entremezcladas con los demás ingredientes, sólo faltaba el pan tostado. No creía lo que ocurría.

Disfrutar de la comida que más te gusta si proponértelo, sin dejar en una lista de mercado tus solicitudes o sin salir a comprar ingredientes, por casualidad, encontrar allí el control de tus deseos y dejarlos flotar por los aires con música de fondo, sentarme en el sofá a comer hasta untar mis dedos y luego chuparlos, disfrutar como un niño mi plato, ensuciar la camiseta como un niño y sonreír aplaudiendo el delicioso manjar.

La vida nos regala estos ratos de placer y éxtasis, nosotros nos regalamos el tiempo para aprovecharlos y valorarlos, no para justificarlos ni mencionarlos, en la acción está la profesión del niño moderno.

Te invito a disfrutar de los placeres de la mejor manera posible, te invito a corregir tus posturas cotidianas y dejarte ensuciar por la comida que más saboreas en mente, dejarte persuadir por ingredientes y vegetales, por el rock de los encurtidos y las salsas, de la piel de las aceitunas al corazón de la zanahoria.

El corazón de los actos, Espero que nunca me comprendan.

AV

18 de marzo de 2009

Tintas de Ansiedad




Imagen Tomada de:
http://www.art-vector.com/imagemagic.php?img=images/pytesh_v.jpg&w=400&h=452&page=prod_info

Nombre del Cuadro: l viaje nocturno de mi casa con el gato
Pintor:
Krotova Svetlana

Hace mucho tiempo no recibía esta descarga de ansiedad tan impresionante, bastante el tiempo que ha pasado desde la última vez que fui víctima de un desvelo a causa de la ansiedad y no del estrés. Ansiedad de la buena, de la que nos hace soñar y reír, de la que gozamos todos en la niñez y que nos agrada revivir.

Sucesos varios se han presentado desde el mes pasado para acá, la banda sonora se ve dilatada con matices distintos, melodías alegres llenas de trompetas y guitarras, otras veces el reencuentro con el pasado musical se sitúa con voces en opera y guitarras eléctricas, amores cantados en voces de los setenta y ochenta.
Suspiros que suenan en el silencio de melódicas canciones instrumentales, o depresivas baladas que se necesitan para amordazar los latidos de un corazón prestado, etc.
Desde ese mes estoy en una espiral de emociones que me bloquean atemporalmente, me sujeto a palabras fueras de onda, inalcanzables y con versos de otras naciones, me reubico en esas emociones que sólo sabemos Julieta y yo, esas confesiones que en el rol de espectador comienzo a reseñar en palabras de jugador, en límites de fe y cordura; el tiempo me juega ese círculo de promesas y expectativas en hechos que se acomodan a los deseos de años de trabajo.

No reviento en rebeldía ni me encierro en temor, sigo mi curso con esa alegría extraña que me excita, que me lleva a escribir, que me invita a ignorar los problemas o las alegrías de los demás, ese quizás parapléjico deseo de escapar y ser de nuevo el espontáneo traidor que jugaba a leer, no sé, es distinto, es un camuflaje de tensiones que comienzan a soltarse con la experiencia y ahora en esta etapa de la vida me exponen caminos dispuestos para mí, manjares y solicitudes atendidas, incrédulas fábulas que se me realizan a través de esas noches de insomnio.

Sentirse en este estado es sabroso, es rico compartirlo a pesar de no poder ser así. Es un agujero lleno de grandes noticias y sensaciones, canciones y madrugadas, noches de dormir pensando en que el tiempo es demasiado lento y no avanza a nuestro deseo, esa sensación juvenil de vivir al día, al límite de las oportunidades e impertinencias, necesario o no sí es justificable, se quiere y se puede, se puede y se mata, se mata y se vive.

Un reencuentro con el pasado marcó la partida de ese reloj de arena que ahora es el detonante de mi ansiedad, una confrontación cara a cara con los hechos del presente hacen inalcanzable mi calma y mis novedades, el futuro se pinta de colores y se aleja en la velocidad de la fe, todo en una espiral que ya mencioné sigue aumentando con la ansiedad como combustible, por supuesto, inflamable y peligroso.
Confiscar nuestras necesidades más allá de los deseos y entonarlas en canciones es por decir un miedo irreparable que nos hace sonreír de placer, se buscan aventuras, se busca placer y éxtasis, se busca esa responsabilidad de luto y de porcelana.

Todo nos pertenece inclusive cuando ya se haya vencido el tiempo de canje o remuneración, todo nos identifica aun cuando el temor se disipe con el paso de los años, los roles se replantean y la vida sonríe al mejor estilo de un comercial de Coca-Cola, no es difícil de creer, lo difícil es no querer evitarlo.

Asumo las consecuencias, pero no quiero que asumas mis ansiedades.

AV