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3 de mayo de 2023

Máquinas (animales)



Imagen Tomada de:

https://paintbynumbers.uk/products/cat-listening-to-music-paint-by-numbers/

 


Ayer mientras estaba en modo reflexivo sobre las múltiples visiones que de la vida surge, al borde de una ventana y con la mirada perdida en el punto invisible del horizonte, terminé dando golpes contra el calendario, emulando al multiverso de Hesse mientras me proyectaba en el recuerdo como un galán de ficción local.

Es normal que cuando comenzamos a escribir nos dé vueltas el universo entre renglones al punto máximo de redactar en ciclos vacíos historias que transmutan a perdidas reflexiones.

Recuerdo años atrás, en el lanzamiento de una antología literaria alguna vez escuché a una escritora excusar que al poeta le es imposible mentir: al artista, a pesar de vestirse en su obra, le es imposible retarse a la mentira de la realidad. Bastante razón tiene, porque me es preciso denunciar que en cada escrito una parte personal se escruta, se entrega.

Anoche tuve la oportunidad de conversar con el escritor Alberto Rodríguez, un hombre de sensata sonrisa, de esos que disfruta de la vida y en ella va capturando momentos en prosa, en crónica, en imágenes, en silencios. Alto grado de aprendizaje el que se obtiene al estar a su lado.

Escribir es un acto de rebeldía para quienes temen en la cotidianidad el desagravio de los ignorantes, pero como una sátira de la vida, es a los ignorantes a quienes suplicamos el esfuerzo de leer (de crear).

El mundo no cambia por más lecturas que intentemos promover (imponer).

Anoche tuve la oportunidad de conversar al calor de unas alas de pollo, con viejos amigos, entre ellos la escritora Laura Carolina Cruz, el rotario César Escobar y el filósofo y maestro, Mauricio García, a quienes adeudo un par de salvavidas literarios. Dialogamos (porque eso hacemos los ociosos) sobre la pertinencia de la inteligencia artificial y el arte, porque preciso, nosotros, a los jóvenes del ayer nos surgió la novedad de preguntarnos cómo domar a la bestia.

¿Puede el artista delegar a una máquina su obra?

¡Claro que si puede hacerlo!

¿Puede el artista en la inteligencia artificial entramar diálogos propios de humanos y animales?

¡Claro que puede hacerlo!

No se trata de dejar a lo artificial lo imperfecto de lo humano sino, de nosotros desde lo más humano de nuestros errores y nuestros deseos, pretender alcanzar la perfección.

Porque amigos, la perfección es una promesa incumplida que día tras día nos invita a desarrollar atajos y equipos ostentosos para ser mejores.  Para ser animales educados.

¿No es acaso entonces la imperfección lo más humano que podemos tener?

Lo es.

Lo somos.

Nos invitamos permanentemente a reflexionar y a disfrutar de lo ininteligible de una obra artística, de lo imprescindible de un canto o un baile, y claro, lo evaluamos, le damos más aplausos, críticas y artículos de medición a cada producto (acto) que el arte desde lo humano es expuesto hacia lo social.

Somos incapaces de entender que la creación del artista es su banalidad misma, es su visceral creación lo que a pedido previo (costo) o a simple llanura del aburrimiento, surge en ese silencio que para mi caso sentado al borde de una ventana con la mirada perdida en el punto invisible del horizonte me cuestionaba [como un intento de ficción].

Es llamativo pretender desde la estética generar lo perfecto para ser felices y a su vez temerle a la máquina que llega, a esa bestia que nos supera, nos divierte, nos persigue, nos castiga. Debemos aprender a domar a la bestia y dejar a lo imperfecto su privilegiado lugar en este mundo.

Porque de lo perfecto se encargan los animales.

AV. 

26 de mayo de 2009

Placer que se siente


Imagen Tomada de: http://arteyartistas.files.wordpress.com/2008/05/ragazza-di-gato-franzi-1910-20.jpg
Kirchner 800 x 596 (1880-1938)
Expresionismo Aleman


Las cosas andan un poco renovadas, las preocupaciones cambian unas por otras, los pendientes con la vida se encierran en habitaciones vecinas, los calores de la calle atraviesan los agujeros de la cabaña, el cielo azul a cuesta de un bello atardecer se da pelea con las obsesiones de la vida, nuestra paz se fuga en una nota musical.

Este fin de semana he disfrutado cuanto se me ha permitido el anonimato y el silencio, he logrado disfrutar de la nevera del hogar uno de los manjares que quizás en mi extraño gusto gastronómico podría definir como uno de mis platos favoritos. El primer descubrimiento fueron 1000g de salsa de mostaza, por encima de las salsas esta es mi preferida, su nobleza y textura da a la comida un sabor agridulce sin violar los sabores iníciales del plato que se saborea.

En el amanecer del sábado mi asombro se incrementó al encontrar un envase de Pepinillos en Vinagre, el mejor de los asombros, la mejor de las sorpresas, el mejor de los descubrimientos, el mejor de los detalles, el peor de los secretos.

Entusiasmado por ambos hallazgos comencé a comer ligeramente uno a uno los pepinillos con salsa de mostaza, al levantarme y acercarme a la nevera para tomar un poco de agua panela fría encontré otrora sorpresa: Queso Mozzarella y otro envase de Vegetales en Vinagre.

No lo pensé ni dos veces, tomé cuchillo en mano y luego de picar el queso en cuadritos diminutos, bañar en vinagre pepinillos picados en pedacitos y anexarle un poco de vinagre balsámico, opté por rebanar zanahoria, habichuelas, coliflor y cebolla, todos estos bañados en vinagre. Mezclé los ingredientes con el queso y los pepinillos, los dejé al ambiente un rato mientras preparaba un delicioso jugo de mango.

Cuando decidí servirme el plato de vegetales en salsa de mostaza encontré dos particularidades que hicieron de mi palada una fiesta multirracial en sólo un día: Aceitunas Negras y Tomate Seco.

Perfecto, todo servido en bandeja y el tomate bañado en aceite de oliva con un poco de pimienta y las aceitunas entremezcladas con los demás ingredientes, sólo faltaba el pan tostado. No creía lo que ocurría.

Disfrutar de la comida que más te gusta si proponértelo, sin dejar en una lista de mercado tus solicitudes o sin salir a comprar ingredientes, por casualidad, encontrar allí el control de tus deseos y dejarlos flotar por los aires con música de fondo, sentarme en el sofá a comer hasta untar mis dedos y luego chuparlos, disfrutar como un niño mi plato, ensuciar la camiseta como un niño y sonreír aplaudiendo el delicioso manjar.

La vida nos regala estos ratos de placer y éxtasis, nosotros nos regalamos el tiempo para aprovecharlos y valorarlos, no para justificarlos ni mencionarlos, en la acción está la profesión del niño moderno.

Te invito a disfrutar de los placeres de la mejor manera posible, te invito a corregir tus posturas cotidianas y dejarte ensuciar por la comida que más saboreas en mente, dejarte persuadir por ingredientes y vegetales, por el rock de los encurtidos y las salsas, de la piel de las aceitunas al corazón de la zanahoria.

El corazón de los actos, Espero que nunca me comprendan.

AV

10 de octubre de 2007

24 Programas de la TV Colombiana

Hablar de la televisión colombiana y sus realizaciones es un ejercicio antropológico debido a que nos refiere a una cultura y no a una producción netamente multimedia. En esta entrega de Proyecto 24 el listado lo componen aquellos programas en los que la vida del colombiano común y corriente se reflejó en personajes y libretos sacados de la cotidianidad, algunos de ellos son programas de entretenimiento que dieron a los hogares un motivo para vivir el domingo o las noches de los sábados, otros son los seriados que dejando en evidencia nuestra idiosincrasia marcaron una época por sus historias y personajes que rayando en lo mitológico dieron vida a una generación de televidentes, no pueden faltar por supuesto las telenovelas, aquellas producciones que más allá del amor o la traición desarrollaron argumentos basados en la producción de la realidad colombiana como lo fue el producto de exportación, la discriminación o el conflicto armado.

Realmente hablar de los 24 Programas de la TV Colombiana es dejar por fuera algunas novelas (debido a que después de mediados de los noventas ya solo se producían Telenovelas y se dejaron pocos seriados) y algunos programas de opinión que fueron superados en nuestra memoria colectiva por los seriados de humor y entretenimiento. Desde mi perspectiva más noventera que ochentera (definitivamente me queda complicado hablar con propiedad de las producciones setenteras) les entrego mis 24 opcionados a continuar en la memoria del consumidor, para que todavía tengamos de qué hablar en los ratos de nostalgia y desparche.
Por respeto a la fuente bibliográfica o más bien, de lambón, aquí les dejo el link de un Blog que se dedica hacer memoria a estos productos audiovisuales de la historia popular colombiana http://tvantigua.blogspot.com/ y el link de una página que se creó como museo virtual colombiano www.museovintage.com , que lo disfruten.

1. El Show de Jimmy Salcedo: Seriado de Entretenimiento. “Hola amigos, Bienvenidos a la hora con más música, somos felices por que sabemos que cada semana usted nos ve. Todo está listo: los artistas están preparados para divertir, con la imaginación y otras cositas ganaremos su atención… ¡Música más música es lo que tenemos es el Show de Jimmy!” Algo que agregar??? No sé realmente a que se referían con eso de “otras cositas” pero lo cierto es que este chou debe ocupar el primer lugar de la séptima entrega de Proyecto 24, ¿Cuántos hogares no gozaron con este programa innovador?
2. El Show de las Estrellas de Jorge Barón: Seriado de Entretenimiento. Bueno, quiero especificar que el show de las estrellas que está en esta entrega no es el de hoy día que recorre los pueblos más recónditos de nuestro país con los vallenatos de siempre y la guasca o carrilera sino, el show que se emitía desde un estudio de televisión y que presentaba a los mejores artistas del momento, aquel programa de los setenta donde alguna vez actuaron Julio Iglesias, Menudo, Pimpinela, Leonardo Favio, Leo Dan, entre muchos artistas más de renombre en la balada romántica de aquellas décadas, antes de que el vallenato hiciese de las suyas… Sujeto a muchas críticas e interpretaciones, pero es el espectáculo donde George Batón aun tenía el cabello negro y familia. Se pelea el primer lugar de esta lista con el Show de Jimmy.
3. Los Victorinos, Cuando quiero llorar no lloro: Seriado Melodramático de denuncia social. Serie que repitieron su transmisión en un par de ocasiones, la primer vez en las noches de los domingos, la segunda en las noches de lunes a viernes, narrando la vida de cada Victorino existente en la clase socioeconómica colombiana pero que llegando más allá de ese realismo mágico que envuelve nuestra idiosincrasia, se centró en esa maldita cotidianidad que con el sabor a Victorino nos encerró en un clásico del hogar colombiano. Parodiando nuestras necesidades ochenteras dejó en evidencia nuestra capacidad de reírnos de nosotros mismos.
4. Noticiero Zoociedad: Programa de Opinión. Como uno de los pioneros en Colombia, este programa fue el inicio de las joyas audiovisuales de Jaime Garzón (q.e.p.d.) en humor político, la sociedad colombiana cansada de las malas noticias de la década ochentera y tras varias decepciones políticas encontró en este y los siguientes programas una ventana para anestesiar la barbarie que los medios nos mostraban sobre la arena política nacional, gracias a programas como estos fue que nacieron más adelante Francotiradores y La Banda Francotiradores.
5. Café Con aroma de mujer: Telenovela. Con la belleza extraña pero demandante de Margarita Rosa de Francisco y el metrosexualismo de Guy Ecker, además de un elenco espectacular, se desata la típica novela de un amor imposible entre dos amantes provenientes de clases sociales extremas, donde gracias al destino y a libretistas como Fernando Gaitán, Gaviota y Sebastián lograron unirse en felices amoríos y ascender juntos a una mejor vida socioeconómica. Una de las novelas románticas más importantes en la historia de la televisión colombiana y que quedó en los corazones de miles de colombianos. Demasiado rosa para ser real.
6. Dejémonos de Vainas: Seriado. Como todos los domingos, la familia se reúne en la sala para ver el seriado familiar de las noches dominicales. Este programa que sé, está en la memoria colectiva de muchos de mi generación pa´ arriba y uno que otro pa´ abajo, fue de las perlas escritas por Daniel Samper para la TV relatando y personificando la cotidianidad ochentera y luego noventera, en las situaciones y vivencias de una familia de clase media. Personajes como Ramoncito, Renatica y “Puchis”, la niña Mangarita, la tía Loli, Josefa, la prima donna y pecas (que luego tuvo su propio programa y quien sabe si su lugar en esta lista) dejaron en evidencia la realidad colombiana, con el tiempo esa cotidianidad se siguió produciendo en otros programas por el estilo pero que no lograron el boom que éste tuvo. Nunca olvidaré cuando Josefa se cayó en una carrera de carritos de balineras… tiempos aquellos.
7. Don Chinche: Seriado. Continuando con los amores de los domingos, la vida diaria de Eutimio Pastrana y Don chinche, aquellos amigos inseparables que en su taller de mecánica nos dieron risas y silencios al lado de las peripecias de la Lora Pastora. Este seriado logró con su sencillo argumento ocupar un lugar memorable en nuestra historia audiovisual, otra joya de la desaparecida programadora RTI (Que ahora es casi propiedad de Telemundo).
8. Sábados Felices: Seriado de Entretenimiento. Haber, como les explico… este programa tiene sus vainas, como todo en la vida. Por un lado es el inmortal y negado a desaparecer programa de todos los sábados pero que ya hoy en día fastidia y son pocos su seguidores a comparación de años atrás, inclusive algún día lo fui. Por el otro, este sabatino espectáculo tuvo sus años dorados cuando realizaba el Festival Internacional del Humor donde personajes que hoy son más Mito que cualquier otra cosa, como Juan Tamariz, Mac Phantom, Carlos Donoso y la representación criolla en Mandíbula y el Flaco Agudelo (que hoy en día da lástima verlo) nos daban chistes a medias para reírnos. Finalmente otra de sus razones es el peso de la vejez, al igual que el Show de las Estrellas, este espectáculo aunque no es tan añejo, si pesa por su trayectoria y sus cambios, eso sí, en retroceso… Pero es innegable que lo llevamos en la memoria de nuestra tradición televisiva colombiana. ¿O no?
9. Animalandia: Seriado de Entretenimiento. Pacheco. ¿Quién no vio a Pacheco en la TV? Pues bien, este espectáculo que duró por una eternidad (no mentiras solo una década) trajo a Colombia el formato de chou donde usted, su mascota, su mujer, su madre y algún que otro amigo saliera en televisión y lo vieran los primos, las mamis del barrio y uno que otro que te caía mal. Este programa tiene particular presencia en esta entrega debido a que años más tarde siguieron apareciendo bajo la mano de pacheco otros espectáculos bajo el mismo formato pero con nombres distintos, el más recordado de nuestra generación viene siendo ¿Quiere Cacao? Con la lora mamola, pero dejando en evidencia la fuerte presencia que tuvo en la historia nacional del entretenimiento por TV.
10. De Pies a Cabeza: Seriado. Se acuerdan de José Manuel Chávez culicagado? Este programa se ganó varios premios a nivel latinoamericano por ser uno de los mejores programas de entretenimiento educativo, contando las aventuras de El Gato, un futbolista retirado a causa de una lesión y que dejando el alcohol a un lado decidió montar una escuela de fútbol de barrio. Curiosamente la gran mayoría de los niños que se dieron a conocer en esa producción actuaron años más tarde en Francisco el Matemático. Sin salirnos del tema, esta seria además es recordada porque primero estaba de moda la agrupación maná y pues el opening era su canción “De Pies a cabeza”, segundo porque en una de las temporadas la selección Colombia era lo último en Guarachas y clasificó al mundial de USA ´94 después de golear a Argentina 5-0, entonces pues esta producción era la excusa para revivir nuestra hazaña, finalmente porque Willington Ortiz apareció dejando su sonrisa en la pantalla chica. Bueno nada más que decir, lo demás está en nuestra memoria.
11. Yo soy Betty la Fea: Telenovela. Pues bien, ya se imaginarán el por qué de esta novela en el presente listado. No quiero dejar únicamente en lo evidente la razón de su presencia, también quiero justificarla diciendo que era de las pocas novelas que realmente volvió al formato ochentero y setentero de narrar con un humor negro la cotidianidad de la clase media colombiana, de la clase trabajadora. Basados en el extraño mundo de la moda y las grandes diferencias y apariencias de la lucha de clases esta telenovela logró además centrar el protagonismo en personajes no convencionales, dejando en el show de la lágrima las esperanzas de muchos y muchas por ver en una cenicienta urbana la revolución del proletariado. Excelente obra que definitivamente es un referente antropológico de nuestra nación.
12. N.N: Seriado. La versión humana de Condorito, la versión colombiana de la tragedia griega hecha urbanidad. Las vivencias de Nerón Navarrete que en la Bogotá de los años noventa veía en sus peripecias el fracaso del esfuerzo inútil y gracioso de un colombiano para nada ejemplar, lo mejor de este programa y que está en nuestra memoria es su canción de introducción, el opening que llaman… aquí les dejo la letra para revivir un rato de sarcasmo. Soy un N.N. sin futuro asegurado / Fanático, frenético, romántico, alunado / Coro N.N.N. -por alguna razón, tres N- vive de lo fiado / N.N.N., nunca es invitadooooo /Soy un N.N. / ¡Un N.N. nada máaaaaaaas! /. Lo más curioso de esto es que hay varios colombianos con ese nombre y ese apellido, ¿maldición, casualidad, infortunio, castigo de una mala madre, estaba vencida el agua bendita? No se sabe aun… Pasa en la vida…
13. La Tele: Programa de Opinión. Con el humor barato de Santiago Moure, el ácido punto de vista de Martín de Francisco, las rarezas de Carlos Vives y la desapercibida acción de Rafa Uribe este programa logró con su crítica destructiva ganarse un lugar en el corazón de muchos precoces y adolescentes colombianos adictos a la tv. Con la farándula criolla como plato de todos los días se construía una burla fenomenal en esta idiosincrasia ya formateada por la exigente vida social, pues bien, sin modales y con los hogares colombianos como inspiración de sus personajes esta producción logró parodiar la vida nacional y dejar en un punto distinto de opinión una escarcha de realidad que pocos se atrevieron a señalar. Memorable.
14. Concéntrese: Seriado de Entretenimiento. “Concéntrese para que no se le olvide”. Con voz de gangoso y una mirada apacible de su presentador, este programa logró traer a Colombia la televisión interactiva, es decir, involucrar al televidente en los concursos por medio del teléfono. Algunos de sus premios dieron a este país lágrimas de felicidad, pero lo sorprendente en realidad no eran sus premios sino la voz del presentador (que no recuerdo su nombre) y el computador del programa, tecnología de punta pues… ¡mucho antes que pacheco! Pregúntele a su mamá y verá que se acuerda de esta joya jurásica de la tv nacional.
15. Noticiero de las 7: Noticiero. Pues este punto es evidente que trata de un noticiero y que su función es meramente informativa, que nos expresó los horrores del palacio de justicia, la victoria de Lucho Herrera, el 5-0 de Colombia a Argentina y muchas notas informativas más. Este Noticiero era el más famoso de los hogares colombianos además porque sí empezaba a las 7 en punto, no había nota de farsándula criolla ni especiales de moda o la vida y obra de Hollywood. Los deportes no duraban dos horas y no había comerciales por cada nota periodística.
16. Romeo y Buseta: Seriado. La Nena Tuta, Peter Alexander, el Cruceto y Don Antuquito. Fieles representantes de la idiosincrasia nacional, ganadores del mejor premio que un programa de tv nacional pueda ganar, el corazón de los colombianos. El mejor Guión de todos… nada. El mejor protagónico que una telenovela o seriado pudiese tener: Una Buseta. El mejor libreto: El discurso de la diez, de la once y la ñera. Definitivamente una de las comedias mejor elaboradas y que a las 4 am aun se logra ver en canales regionales. Difícil de olvidar, más aun cuando Méndez, el protagonista de Hasta que la Plata nos separa salió de pelao en esta producción.
17. Perro Amor: Telenovela. Perro Sentimiento que me ha mordido el corazón, Perra novela con excelentes actores, una banda sonora propia de viejoteca y aguardiente pero con la calidad del Whisky y una cena romántica. A mediados de los noventa esta producción con un elenco muy bien escogido se llevó las noches de muchos televidentes que pendientes más de las maldades de la Santodomingo que las bondades de la Danna García veían los amoríos de una novela hecha para la poligamia, una novela que se atrevió a denunciar la infidelidad en un país infiel, finalmente como todas las novelas y con un perro labrador negro encima, terminó en el olvido de algunos pero en el recuerdo de otros que haciendo oda al ocio la siguieron de pe a pa. La ubico en la lista como de lo bueno que salió en los noventa como Telenovelas.
18. El Mundo Al Vuelo con Héctor Mora: Programa de Opinión. Todos tuvimos que ver esto alguna vez en la vida, casi siempre un sábado. De lo más maluco pero entretenido a la vez que un niño pueda ver. Una entrega donde nos exponen lo que nuestro bolsillo no nos puede dar para conocer, un formato interesante para la joven producción nacional pero con la insensatez de un programa lento y ñoño. Difícil de olvidar. También los malos programas quedan vigentes en la memoria.
19. Vuelo Secreto: seriado. Ramiro Meneses como Oswaldo, Vuela Vuela de Magneto como canción del programa en sus primeras transmisiones, la vida y obra de una agencia de viajes que después de lo que acontecía en Dejémonos de Vainas, nos daba otra hora más de entretenimiento en las noches de los domingos. De la desaparecida Programadora Punch Tv y con el formato de finales de los ochenta e inicios de los noventa, esta serie continuaba con el tradicional guión de darle historia a la cotidianidad, en esta ocasión a una oficina, formato que aun no se experimentaba de todo y que para la década siguiente sería el cliché de las producciones nacionales.
20. Naturalia: Programa de Opinión. Con la inmortal Gloria Valencia de Castaño (la misma del comercial de la Fina Chiffon) este programa quedó en la memoria de los televidentes de los ochenta, cuando únicamente existía canal uno y canal dos, época en la que se interrumpía la programación en las tardes, época en la que hablar de televisión era algo detalladamente perfecto debido a la poca demanda de canales y producciones. Pues Naturalia se quedó en la memoria de la generación que nos antecede y algunos de nosotros a causa de la para ese entonces Joven Gloria con ánimos de enseñarnos todo sobre el fantástico mundo animal…
21. No Me lo Cambie: Seriado de Entretenimiento. Todos fuimos seguidores de este dominical programa, por encima de los locos videos, por encima de También caerás, inclusive por encima de Francotiradores. Este particular seriado de entretenimiento y humor nos dio algo que hacer que no fuera dormir en las tardes noventeras de todos los domingos, en esa época no existía fútbol por señal cerrada o carreras de JP Montoya. No conocíamos aún de las maravillas del internet Banda Ancha, todo lo contrario, después de ver las espectaculares e inigualables películas de Cantinflas, este seriado nos daba algo de qué reír que no fuera la farándula sino, nosotros mismos. Al final de la tarde llegaba De Pies a Cabeza y luego los Locos Videos. Aquellos tiempos.
22. Escalona: Seriado. No podía faltar este seriado o esta telenovela, lo que fuese, con el Carlitos Vives joven. Uno de los programas de Tv colombianos que más han repetido y que varias generaciones lo han visto, que se quedó en el corazón de las reinas del hogar, en la risa de los esposos, en la curiosidad de los hijos que les parecía interesante el programa y en la nostalgia de todos los que de ahí pa arriba la vieron repetida, retransmitida o simplemente reencauchada. Como Homenaje a Rafael Escalona se hizo del vallenato un seriado de Colombia para el mundo. Gústenos o no, eran los clásicos de la provincia que años más tarde darían una carrera musical de verdad al Carlitos Vives. Dirigida por Sergio Cabrera se le dio vida a personajes como La niña Maye, la vieja Sara, Jaime Molina, Pipe Socarrás y el mismísimo Rafa Escalona. ¿Alguien la había olvidado?
23. Los Dummies: Seriado de Entretenimiento. Dentro del paquete de entretenimiento para niños, estos tarros de basura parlantes no enseñaban de pedagogía infantil y acompañados de sketch´s de concursos y entretenimiento fueron la escuela para niños, haciendo tributo al nombre del programa, nos grabaron en la memoria canciones como “Los teléfonos, comunican a la gente…” o “Uno de estos animales no es como los otros, es diferente a todos los demás…” en fin, el Guri Guri que nunca faltó y pues la memoria de todos los sábados de nuestra infancia, mucho antes de que oki doky se cagara en nuestra programación sabatina.
24. Para cerrar esta entrega, quise dejar para el final ese inolvidable, amado en sus inicios, recordado algunos años después, ignorado en la década siguiente y odiado hoy en día programa que ya marcó una tradición y un record igualando a Jorge Barón y Sábados Felices de sintonía… Padres e Hijos. Todos conocimos a Daniela cuando niña, la vimos crecer, amar, llorar y ahora la queremos matar. El programa que acompañaba nuestro almuerzo o nuestra siesta de almuerzo y el de nuestros padres. Definitivamente por más que lo queramos olvidar siempre hay algo que queremos decir sobre este seriado eterno… pero nada bueno que opinar.


Hay muchos programas que están por fuera de la presente entrega, pero siendo subjetivo y un poco egoísta escogí los que a mi concepto son los 24 más recordados de la tv colombiana, la próxima entrega de Proyecto 24 que será una entrega especial. Les deseo una buena sintonía y agradable programación.

Hasta entonces.

AV.