Imagen tomada de:
https://www.behance.net/gallery/13790589/Games-of-shadow
Games of shadow By: Pavlina Jane.
Escuchaba en días recientes el
podcast del maestro Juan Jesús y entre las muchas reflexiones e invitados que han pasado por sus minutos de audio,
me llamó mucho la atención una frase del maestro (por favor todos de pie) Juan
Friedman (pueden sentarse) quien resaltaba que el universo sigue en crecimiento,
en formación constante.
Tal como los días de la creación relatados
en el génesis bíblico (de occidente), señalaba el maestro Friedman que allá a lo
lejos en el espacio hay evidencia de creación constante, de expansión. De
nuevos territorios en formación, una mágica relación de la ciencia y la
divinidad explicando la creación del hoy. Entender el tiempo en esa estela de
años luz que se vuelven complejos aún a los lentes de grandes artefactos
creados por la humanidad.
Bajo esta premisa comenzar a explorar
lo desconocido en medio de lentes y robots que sin tener consciencia reportan
la magia de lo innombrado conlleva a viajar ansiosamente a espectrales
territorios en que la vida es una quimera.
Existe mucho misticismo sobre lo que
nos rodea, desde las profundidades de un mar que no hemos podido entender ni
avistar, hasta el brillo intocable de una luna que aparentemente está estudiada
pero que nos observa con el misterio de un profundo agujero.
Una alquimia que convierte la naturaleza pasiva de un bosque en la fría y salvaje humanidad del infierno, distancias recorridas entre cordilleras o constelaciones.
Búsquedas de un
sentido estricto de lo humano.
Ignorar el rugir del jaguar,
confundir el orden de lo establecido en la colmena con la estrategia de las
vainas de orcas caprichosas.
Sentar bandera sobre la blanca y
muda cima de la montaña, pisar el rostro del desprotegido con la sima de un
gobierno despótico. Querer comprender el corazón del desarraigado o la poesía
del enamorado.
Escucharnos en las baladas de un Salmo,
en la sonata de un rebelde solitario o la súplica canción de un infante que observa
el terror desde la ventana.
El mundo se disfraza de muchas
formas y con sus fenómenos escrutados engendra mitos y leyendas, terror en
libros de consumo masivo, titulares de prensa en pequeñas localidades o ideas
de negocio en grandes redes informáticas, donde lo humano destruye lo que la fe
anhela.
Somos seres débiles, sensibles, egoístas,
intransigentes, que del dolor sacamos argumento para agradecer más dolor.
Entidades con ademanes de irresponsable placer.
Si, el universo se sigue expandiendo
y nosotros pretendiendo explorarlo, pretender identificar lo desconocido en un
alfanumérico tablero, guardar los descubrimientos en el ego de la academia, en
el desespero de la industria.
Mientras el universo se expande nuestro
espacio se reduce, pero también surgen debates de otros universos con similitudes
de colores y fracciones. Creencias emergen y la fe se sostiene en instituciones
excesivamente humanas.
El universo se sigue expandiendo y con él, la búsqueda de la luz.
AV
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