
25 de diciembre de 2007
Volver, Volver

20 de diciembre de 2007
Promesas de Año Nuevo

15 de diciembre de 2007
A Mi no es que me Importe

14 de diciembre de 2007
Génesis

Ya llevaba bastante sin escribir aquí, resultado de una disputa seria entre la inspiración y yo, pero pues algo debía salir en esta temporada de historias decembrinas.
Tenía otra idea en la cabeza cuando me propuse escribir este post, sin embargo como cualquier reportero de cotidianos sucesos terminé escribiendo algo medianamente parecido a lo que quería pero permaneciendo la esencia y la bondad de lo ocurrido. Con un perfume de ficción y un aroma a realidad, les entrego esta nota propia de carteles y abandonos.
La Navidad comienza cuando en Noviembre comenzamos a observar productos, servicios y promociones propias de la ocasión decembrina, cuando en vitrinas y establecimientos notamos la presencia de gorros rojos, árboles con colores, villancicos en almacenes de cadena y un sin número de juguetes y variedades para regalar a los hijos del hoy. Sin embargo, la vemos como un acontecimiento propio de la mercadotecnia y no como una época del año, en la que sin preverlo nos envuelve hasta más no poder.
He descubierto como consecuencia de un sondeo entre mis amistades y cercanos que somos muchos los que detestamos, odiamos o simplemente nos sentimos inconformes con esta época del año y todo lo que de ella surge y se representa, aun así nos dejamos envolver lentamente hasta que bajando la cabeza con una mueca de derrota y no de plagio, aceptamos ser parte de esa tradición.
Descubrimos entonces que el concepto de navidad, tiempo de amor y felicidad, de paz y regocijo, de descubrir lo bella que es la vida, de compartir en familia, de ayudar al prójimo y etc etc etc, no es precisamente lo que todos o muchos consideran especial, inclusive he notado en el amplio circulo social de este felino y amable servidor que la natividad o el tiempo de amor y paz que se convoca en los hogares colombianos a partir de cada 7 de diciembre es un esfuerzo que se cierra en nosotros en cada primero de diciembre, razones varias, pero esfuerzos inútiles porque ante ello es que siempre bajamos la cabeza y damos cuenta de todo lo que sucede y rodea es un modo de vida en esos hogares y esos padres que nos dieron crianza.
A partir de todas estas ostias desperdiciadas es que comenzamos a lamentar a ritmo de piano, nuestra época decembrina, una navidad no deseada que es sinónimo y muestra de adultez, post adolescencia… no en todos los casos aplica, pero si se repliega en la costumbrista mirada de lo que para nosotros no es sinónimo de integración familiar.
Todo dio inicio de manera oficial y dejando las especulaciones de un lado el siete de diciembre, ese día, reconocido en mi cultura popular como el día de las velitas o del alumbrado, muchos y pocos, juntos o separados encendieron una vela como sinónimo de tiempo de paz y reflexión o como cliché de esquina, donde lo importante es beber y embriagarse con los amigos o vecinos, quemar pólvora o ver como la queman, disimular la soledad y adaptarse a esa banda sonora que cada año con el mismo repertorio nos incita a bajar la cabeza y decir… ya llegó navidad.
CONTINUARA….
Mis recomendados de esta semana:
- Canción: I Was Made for Lovin You (Kiss)
- Película: The Nightmare Before Christmas (conocida como Pesadilla antes de Navidad en España y El extraño mundo de Jack en Latinoamérica)
- Programa de TV: Culturama (Domingos 10 PM por Señal Colombia)
- Libro: No tengo libro ni Blog recomendados para esta semana
5 de diciembre de 2007
Sin Reservas

Hay vínculos que se tejen como un costal de café, primero se suda y se ensucia el espesor del cuerpo para luego, con el lomo duro, insertar esas semillas llenas de campo y panela.
En esos espacios que nos deja el tiempo libre, nos miramos en objetos inconclusos, los retocamos para darle nuestra identidad, para darle nuestro sello personal, a veces, engendramos pasiones en personas insignificantes pero que a la vuelta de la esquina parimos una gran amistad, enseñamos a perder para aprender a ganar, vivenciamos callejones que en las noches son parqués para caminar, jugamos a ser grandes.
Cuarenta días para dormir en 39 noches, para vestir a la moda, para besarnos en la pantalla de un televisor, o dormirnos con los bafles de un radio antiguo. Escogemos la madera para construir casas y promover incendios que dan calor al campo, nos acurrucamos en posición fetal para reflexionar por los nuestros, disculpamos a los no mencionados y les dejamos en libertad de chisme y juicios sin valor.
Brindemos, que todo gira sin darnos cuenta, brindemos por los que no llegaron al cielo, por los que ven en la luna una gran porción de queso, por los que beben y vuelven a beber y siguen con sed, por los que comen para saciar la soledad, por los que fornican para sentirse humanos, por los que duermen doce horas y viven cuatro, por los que en el aliento de una comadreja buscan hormigas trabajadoras. Brindemos por los que se quedaron a contarnos sus historias, por los que quieren que se acabe la navidad, o por los que nunca se disfrazaron en octubre.
Brindemos por esa miseria que sin ser concluida ha visitado a miles y miles de forasteros en las calles de la primera comunión, por los que se emborracharon en el bautizo de su primogénito, o quizás por los que leen sin saber escribir, dejemos en esa copa la gloria del himno nacional y emborrachémonos de placer, hasta el cansancio, hasta que el sudor nos sepa a mierda, o hasta que la mierda nos sepa a otra cosa.
Quiero escribirle a todos los que leyendo se sientan a mendigar placer, porque si el placer es algo exquisito, entonces no dejemos que se convierta en un vicio, brindemos, que el tiempo se materializa en gotas de licor, y el licor, con el tiempo se vuelve bueno.
AV
Para Cerrar y como siempre, mis recomendados de esta semana:
- Canción: Good Bye Blue Sky (Pink Floyd)
- Película: Les Choristes (Los Coristas, Película Francesa del director Christophe Barratier)
- Programa de TV: Two And a Half Men (Por Warner Chanel Martes 9 Pm)
- Libro: Los Miserables (Victor Hugo)
- Blog:
4 de diciembre de 2007
Elegía (y de como la Muerte es amiga del alma)

Antología de la Soledad

Teclas de piano y cuerdas de guitarra en un solitario cuarto, cuatro paredes que dejan en sus rincones miles de vidas arácnidas en busca de insectos desprevenidos, palabras que no tienen acento, sueños que se fugaron antes de llegar a la almohada, respuestas que obligan a crear nuevas preguntas, propuestas que motivan a celosos a trasnochar, cigarrillos de menta para adelgazar, cigarrillos de cuba para protestar, cigarrillos sin dueño para vender.
En ocasiones no es importante el momento que se vive sino la manera como jugamos a no querer vivirlo, es aquel comentario ácido que no se queda guardado en la nevera, por el contrario se entrega vilmente a los oídos de desprevenidos sujetos. Amables o no, el desprecio deja en el camino intenciones muertas, nos quedamos sentados juntos a la cama buscando zapatos que nunca caminaron, buscamos relojes que no quieren ser consultados, bebemos agua para matar la sed a sabiendas que nos morimos por dentro.
En esos corredores donde los niños ahora son abuelos, donde las generaciones caminan sin ser descubiertas, donde se siembran semillas de árboles genealógicos, donde el mundo crece hacia arriba y no hacia adentro, donde las ventanas nunca se cierran. Aquellas miradas pacíficas, llenas de mulatos sin mulatas, llenas de mañanas ingratas, mañanas donde sólo las olas golpean con ganas de volver, corredores que al frente de las ventanas vieron pasar disputas y festivales, vieron vivir familias y destruirse sentimientos, corredores que a su alrededor solo ven puertas repartidas en recuerdos y olvidos, en historias agradables y desagradables historiadores, puertas que escaparon a la vejes pero no a la soledad, soledad que se volvió un modo de vida, una intuición entre vecinos y compañeros de cuarto. Sólo los desamparados comprenden el valor de un vaso servido en la mesa, o una taza de chocolate sin leche, una simple manera de decirle a la vida que no todo es para siempre, inclusive las estrellas mueren antes de brillar.
Sujetos a la madera del tiempo vemos morir cuentos que databan de hogares felices, ahora son los hogares que al igual que la madera se humedecen y se desintegran en el interior, se miran entre espacios llenos de vicios y costumbres, una cultura más muerta que popular. Las puertas, los corredores, las ventanas, las paredes, las esquinas, las arañas, los desprevenidos insectos, la madera, la casa, la soledad, la familia que ya no está, las olas que prefieren devolverse que quedarse, la inevitable sonrisa de la soledad.
No podemos quedarnos de brazos cruzados, no podemos iniciar la inquisición moral que forja hogares con mandamientos prestados, que construye casas con sueños rentados, que besa almohadas abandonadas, que seduce sombras en esquinas llenas de luz, no podemos ser maestros de mesas sin sillas, ni ser carpinteros, ni plomeros, ni arquitectos, ni evangélicos que luchan por reformar hogares, sólo somos más sombras estancadas en el pasado.
Llegó diciembre, se fue noviembre. Llegó diciembre, se fue el ayer.
En el final de los días es que nos damos cuenta que el año es un derroche de horas prisioneras e ingratas, horas que no respiran, horas que materializamos en basura que cae al suelo, horas que si se miran en el espejo verán recuerdos de aquellas familias que rezaban en paz durante semana santa, o familias que trabajaban a toda marcha y con amor en los martes de noviembre, que cantaron en los miércoles de octubre, que durmieron en los jueves de diciembre y se quejaban en los viernes de enero. Imposible de discriminar, imposible de acusar, al igual que las monedas y billetes falsos, danzamos en las curvas de una soledad relatada, llena de uñas sin mugre, de aceite que extraña agua, de disputas que unían y no que desunían, de regalos que se dedicaban en los respectivos aniversarios.
La casa vacía, la cama sin ser calentada, la sala, monumento propio de selvas sin animales. Seguimos de brazos cruzados, seguimos aquí, leyendo, sintiendo, escribiendo, opinando, cuestionando, seguimos aquí mirando la hora, retando la lentitud del tiempo, la prudencia del pasado, la sabiduría de los niños que ahora son abuelos, de los divorciados que sufren en año nuevo, de los desperdicios que quedaron bajo el árbol de navidad, de los juguetes que no llegaron, de los vecinos que se fueron, de los corredores que no volvimos a pisar ni las puertas que volvimos a golpear.
Sólo quedan ventanas mirando al exterior, ese exterior que aun no hemos comenzado a hablar pero que ya las olas del mar presagian como un laberinto de solitarios sin sueños, de caminos que dejaron de extenderse, simplemente se quedaron pavimentados en la memoria de los que dicen ser historiadores, pero que simplemente son cicatrices del pasado, estatuas que dan evidencia de lo que algún día existió.
El exilio de la memoria hecha piel, ya ni el agua se siente fría, porque ya todo está frío.
29 de noviembre de 2007
Semillas de Durazno

Con las tardes del valle hemos aromatizado las mesas del espacio aquel donde prófugos y transeúntes discuten de política, fútbol, música y alcohol. Hemos permitido que esas sillas vacías de dos meses atrás estén juntas mirándose en un abrir y cerrar de sueños, en la ególatra palabra que llaman amor, en la juguetona actitud del recién conocido o de la recién acusada.
Bajo el rumbo de muchos que desean encontrarse como pareja bebemos del agua de la soledad, la saludamos, le preguntamos por el pasado y le recordamos que ya no somos animales escapando de sí mismos sino que ahora somos sombras que se envuelven en la noche para en el día ser una gran silueta. Ellos, que observan, opinan, indagan, sumergen sus narices en territorio felino, coquetean con la curiosidad de un amable servidor, insinúan agravios y buenos comentarios propios de una felicidad compartida son los primeros que dándose golpes en la espalda felicitan la unión que dos mesas vacías permitieron.
Bajo la tierra crecen minerales puros como la inocencia vaginal, surgen frutos que saliendo sin precaución se dejan atrapar por un sol vallecaucano, el mismo que en el Tolima da vida al mango, el mismo sol que en el eje bebe café y en el sur visita a los desplazados, un sol tan amargo como el cielo del magdalena, tan puro como el cielo de la historia, el mismo sol que atrapa las semillas de cada fruto para endosarlos en árboles viriles como el deseo de otros, la violencia misma que la urbe urge en cuanto es olvidada. Bajo esa tierra tan nuestra y tan negra, nacen huevos que dan con un tono de complicidad caminos moribundos a seres tan pequeños como el descuido de un par de felinos acicalados, tan extraviados como el centro del nido.
Tan rosa como el lado “Hello Kity” que se guarda lejos de la moral, tan nuestro como el lado del insomnio que se profesa en la literatura local, cual niño majadero que lentamente se resbala en la memoria de una niña que se hace mujer. Tan vanidoso como el abismo de la lujuria y tan precavido como el hambre de la envidia, tan ciego como el dulce de la infancia, tan observador como el poso que ve caer al agua, tan lejano como el delgado corte entre el cielo y el mar, tan cercano como las lágrimas de una despedida, tan positiva como mi ausencia, tan amada como mi ansiedad, aquella gata que más allá del papel deja sus huellas en la arena que no quiso arañar.
Hoy me regalas unas esmeraldas que sin saberlo me curan en las cuatro paredes a puerta cerrada, bailando en mi soledad para extrañar la inocencia que de niño gozaba, esmeraldas que en la sonrisa de una relación me dibujan una solución a ciertos vacíos que lo inmoral y lo inhumano me acosaba con el mismo final, aquel cuento de nunca acabar, esmeraldas que me dan carcajadas más allá de una madrugada, esmeraldas que al estar en bruto y ser víctimas de la pureza previa a su respectivo proceso de ser pulidas brillan bajo la mirada de este gato anónimo. Semillas de durazno, nombre propio de piedras sacadas de las vísceras de una caverna, entregadas con la más fuerte pasión de la carne humana, donde la conciencia se sensibiliza en el detalle mismo que junta esas mesas que meses atrás estaban vacías burlándose a sí mismas.
Público o no, el gato quiere a la gata, aquella caja mágica que lo exilia de su color acido para embolatarlo en un rosa con aroma a menta, un menta que se escapa entre besos, entre abrazos, entre sábanas que gritan sobre el sudor que la ansiedad transpira.
Ellos siguen sentados en sus esquinas llenas de conversaciones y nuevos amigos, nosotros, bajo el efecto durazno, aquella semilla de durazno que con el placer de las esmeraldas nos comparte la libertad de una pareja que no extraña las mesas vacías, sólo las tolera.
Alguna vez una de mis grandes allegadas y amigas del corazón me dijo que el amor hacía maravillas, pa´ que pero tiene razón.
AV
Pd 1: El lunes llega Julieta a la casa, la gata con botas. Necesito plata para las vacunas, algún donante??
Pd 2: El Fin de semana (de viernes a domingo) me voy de finca por cuestiones de placer y negocios así que pues… pronto, muy pronto la bitácora de ese weekend lleno de hum, ni idea… pero seguro que algo habrá para reportar en el noticiero de lo cotidiano.
Pd 3: Mis recomendados de esta semana:
- Canción: Crímenes Perfectos (Fito Páez: Tributo a Calamaro)
- Película: La Comunidad (Dirigida por el afamado director Español Alex de la Iglesia)
- Programa de TV: Fútbol Manía RCN (Un clásico de clásicos este sábado, nada más ni nada menos que América Vs Nacional 6:30 PM)
- Libro: El día que Nietzsche lloró (de Irvin Yalom)
- Blog: cuentosparaantesdedormir.blogspot.com (para los que buscan de la buena e inédita lectura)
28 de noviembre de 2007
Manos a la Nada

Las cosas se convierten necesarias cuando en ellas dejamos un nombre y una identidad, cuando aprendemos a distinguirlas del montón, cuando incluimos sentimientos para luego reclamarlos en el recuerdo. Motivamos a propios y ajenos para que nos busquen o llamen, nos encuentren y comprendan, leemos lo que suponemos es verdad, orientamos el conocimiento en sentido contrario a la fe, imaginamos mundos paralelos o pasados. Cada cosa en su lugar y con su propio nombre, en su tiempo y su espacio, en su incómoda realidad.
No hay peor noche que la que dura más de lo permitido, donde el insomnio es plato diario y perfume de días feriados. Una mala noche en definitiva dura toda la mañana siguiente y te persigue con las huellas del cansancio, te derrumba con un invisible golpe mortal, dejándote en la cama resentido de la vida, resignado por los nombres que duermes en el orgullo del costumbrismo, por donde escapan las culpas y se vuelven favores.
En los silencios, en la profundidad del hogar que se divide, en la ausencia de nombres y comparaciones, en la flexibilidad del tiempo y el espacio, en la rutina de la edad y la incomodidad de los cambios. Con todo ello se nace en etapas sin marcar con las manos abiertas a expectativas propias de deseos y sueños prometidos, manos que se abren mostrando la palma al cielo, pidiendo deseos, dando deseos, haciéndose desear, muriendo por el deseo, dejando un vacío entre los dedos y las culpas que los deseos provocan.
Manos con las que se señalan caminos, manos que caminan por juzgados, que encuentran tesoros y abren puertas que sellan etapas. Manos que dan vida a objetos propios del descuido, manos que en la soledad inventan compañía, manos que de la nada sacan monedas y sombreros de un sombrero.
En el ruido, con la identidad de cada sonido y la sensibilidad de cada objeto social que lo reproduce, se vive de manera acelerada, se acaricia la avaricia con la misma paciencia con la que la lujuria viste a la moda, donde el pensamiento humano se humaniza cada vez más, con el debido respeto de los intelectuales y tras la ausencia de una cena romántica es que el costumbrismo nos reprime de nuevo, nos orienta con el hambre en pleno auge, nos imita y concede esa filosofía de querer ganar con el disfraz del buen ciudadano, el mismo que con sus manos devuelve favores y aprende a compartir el conocimiento, mito o leyenda, seguimos perseguidos por esa nada que nos nubla, que nos sella, nos vuelve invisibles ante el carácter.
26 de noviembre de 2007
Belleza Subliminal

Húmedo como la sal cuando sale del mar, como la brisa de agosto que cae con hambre, como el calor del hogar después de partir, déjalo salir, expresarse, mutarse, arriesgarse.
Ante el espejo no preguntes, no cuestiones, mira de reojo e identifica tus líneas, busca el mensaje en el tocador, mira en el techo el reflejo de la conciencia, del blanco que te vigila cuando duermes, del límite del ego. En ocasiones disimulas la beldad bajo un velo de estiércol, formado de palabras y opiniones, maquillado con imágenes externas, de juguetes prestados, de juicios y criminales.
Naces cuando la hora de expulsarte te toma por sorpresa, te educaron con el pudor de la paternidad, te alimentaron con noticias y regaños, te dejaron en celo, te ilusionaron con viajes para el cuerpo, con blusas y jeanes tejidos a mano, como la piel, como el ego, que los tejiste a mano mientras masturbabas la presencia de otros.
Echaste a la basura las oportunidades de amar al prójimo, te vendiste en caminos pavimentados, en rutas que viajan sin ti, pero que atreviste a cruzar. Naciste para ser amada, deseada, besada, olfateada pero nadie ha sido capaz de lamerte, te dejan en celo, con el calor de la sexualidad temprana, te recordaron el celo que en el hogar fue el regaño de cada desayuno. Licor, licor, licor.
Burbujas de pasión inconsolables, bajo una ducha fría y solitaria desvelas tu cuerpo de manera esotérica. Vives como mascota prestada, en cautiverio eterno, con el alma al aire buscando tierra, acosada por nubarrones, dejada al margen de esa belleza que en la cotidiana muerte de tu base y pestañina ilusionas a caminantes y sonajeros. Un beso lo soluciona todo pero no promete sexo, no promete paz, no promueve vida, solo la reproduce con tu misma sangre y tu misma belleza, llena de subliminales criminales, llena de amores lejanos, amores que no has conocido en vida.
Necesitas suerte para retomar el rumbo.
Lo que el Viento se dejó

23 de noviembre de 2007
November Rain

¿A qué sabe la lulada? A lulo.
¿A qué sabe la demora? A soledad.
Jueves…
Ya es Viernes … (1:34 AM) y aun la lluvia de jueves sigue cayendo, con mayor intensidad, con mayor frescura, con ráfagas de insomnio, propia del invierno, propia del pasado, gotas que caen golpeando con odio el suelo, como si su trayecto fuese una maldición y viesen en el suelo un culpable de su desgracia.
Son gotas con remordimiento, detestan llover en madrugada, les da frío. Detestan caer y no ser observadas, gotas que espantan gatos, gatos que espantan silencios, silencios que incomodan verdades, verdades que dan dolor de cabeza, cabezas que no sirven para nada, nada.
¿Es el génesis una calumnia? No, sólo el principio de todo.
¿Son las goteras revoluciones húmedas? Para nada, simplemente es agua que cae.
¿Es la opinión pública un bien público? Carajo ya estoy hablando mierda.
Viernes…
Ya es viernes y la lluvia de jueves cae con amargura, no hay héroes entre nosotros, solo imprudentes. El agua cae en el patio, riega las plantas, sigo sentado en mi soledad, taciturno, reflexivo, olvidado, amargado. Veo sombras sin dueño danzar contra las plantas, no me interesa conocer su procedencia, sólo escucho inapropiadas versiones de la locura y la soledad confundiendo mi fe por la naturaleza y sus elementales. Quiero escapar, quiero gritar, me quiero esconder, me decreto culpable y pasajero, me declaro autómata por necesidad.
Estoy cansado de que no me dejen dormir.
Me encanta ver el agua caer, me encanta ver la lluvia desde mi balcón, entre más fuerte mejor, porque siento el vértigo de las calles rendidas ante el poder de Gaia, pero sólo lo disfruto con un cigarrillo en la mano. Hoy no hay cigarrillos, no hay aguapanela, no hay vino, no hay nada, solo gotas que caen, que dibujan lágrimas en el vacío, que despedazan esquinas en la multitud, duermen al sol, susurran a la luna, niegan a las estrellas y estrellan nubes sin identidad, es la fuerza del agua, la vida de nuestro cuerpo ajena a nuestra esencia, es agua que cae, es un día que apenas comienza, sin sol, sin estrellas, con agua, sin inspiración, sin mi, sólo noviembre y el agua.
Para cerrar:
Adán: “dios, ¿por qué hiciste a Eva tan linda?
Dios: “Para que la ames”.
Adán: “¿Y por qué la hiciste tan tonta?
Dios: “Para que te ame”.
- Canción: My Inmortal (Evanescence)
- Película: Perfume de Mujer (Con Al Pacino haciendo de ciego)
- Programa de TV: Scrubs (Por Sony lunes a viernes 10:30 PM)
Suerte y que sigan su rumbo !!
21 de noviembre de 2007
Popurri

¿Cree usted en el más allá?, ¿Ha sido testigo de las ocurrencias del más acá? Preguntas como esta y otras más han divagado en el desperdiciado talento del ser humano de conocer lo poco y nada que conoce. No se cual es el detonante entre la ciencia y la fe y la melancólica existencia del ser humano como especie superior en la cadena alimenticia, pero por obra y gracia de un sujeto u objeto no identificado no he podido dormir en estas noches. Resulta que a raíz de ello he comenzado nuevamente a mirar en la fe católica una solución a mi desespero. Si en un pasado el insomnio no me dejaba juntar pestañas, ahora resulta que mi niña me recetó unas gotas para dormir, pues haciendo caso a su gesto amable me las tomé con la esperanza de lograr descansar, pero aquel sujeto sin identificar sigue haciendo de las suyas, me mueve cosas, hace ruidos y sus carcajadas no son nada agradables, así que pues… amanecerá y veremos. ¿Alguien sabe como atrapar o espantar a un duende?
Mi selección Colombia por fin ganó y nada más ni nada menos que contra la monstruosa selección albiceleste. Una joya de Bustos y un arranque de velocidad entre Moreno y Rentería acabaron con el invicto no sólo de Argentina sino del pato Abondazieri, venció pero no convenció, aun juega mal, no concreta las jugadas de profundidad, no se esmera en cubrir espacios y aun es débil en los laterales. El juego aéreo sigue siendo una amenaza para los centrales de la tricolor y por supuesto, nos sigue faltando un armador o un ideólogo que permita a la delantera nacional consumar jugadas de gol, seguimos dependiendo de Agustín Julio. Esperemos que en junio, cuando se juegue la quinta fecha de la eliminatoria suramericana logremos mejorar aquellas cosas que no son dignas de una selección que aspira asistir al mundial en territorio sudafricano.
¿Vieron a Messi? Es un monstruo.
Pronto llegará un angelito a la casa, tras la ausencia del amado y recordado señor Bigotes, víctima del crimen organizado, el vacío en la casa es algo insoportable, no se imaginan cuanta falta me hacen sus maullidos, sus uñas jugando con los muebles de la sala, su cola molestándome en la cama, su ronroneo cuando le acariciaba y sobre todo, cambiarle la cajita de arena. Pues bien, llegará una señorita en su reemplazo producto del amor entre GAIA (su madre) y un desconocido de la calle. Gaia es la gata de mi mejor amiga la cual dio a luz a tres mininos, de esos tres el angelito que pisará la casa de los Vargas será Julieta, una niña negrita, con ojos azules y patas blancas, será la gata con botas.
Terminando este popurrí de cotidianas o no tan cotidianas noticias me despido y pues haciendo una labor humanitaria les invito a conocer el Blog matainsomnio.blogspot.com que lleva menos de una semana de vida, su propietario es un buen compañero de rifas, juegos y espectáculos en estas tardes caleñas así que espero lo visiten y opinen.
Suerte y que sigan su rumbo.
20 de noviembre de 2007
Memorias

Acompañémonos en la ruta de la ingratitud, donde las dudas mueren al paso de una carcajada. Cuestionemos a aquellos que escriben libros de inspiración y motivación, aquellos que burlándose de la psicología arreglan problemas que el aguardiente no puede superar, aquellos que con la prudencia del filósofo prometen soluciones a problemas que no existen, sujetos que mercadeando la paz del hogar prometen de este un mundo mejor, ese virus que las editoriales le han gestado a la raza humana. Virus sin cura, virus con adictos, cual droga de mercado negro, cual promesa de marinero enamorado, cual remedio para la mala memoria.
Es en las noches de noviembre donde llevo ventaja en mi lucha con la inspiración, es en las noches de noviembre donde mi fe se desborda en letras agresivas y acidas. Frases que enamoran a envidiosos, pensamientos que ponen a reflexionar a pecadores y confesores, premios a la soledad compartida, al azar y a la cortesía. Si las putas dejaran en la cama el amor que los clientes buscan el PIB sería un tema de conversación en cada cita que el consumidor renta; Inútil, como el viajero que ha deseado llegar a la luna para demostrarle a su madre el orgullo de hijo que pretende convencer, Inútil el cocinero que sin receta se inventa fusiones dignas de un abecedario japonés, sabio el que hurgando en su desorden encuentra la crisis que lo llevó a darle la vuelta al mundo.
Hay que ser sensatos, las noches son igual de excitantes que las mañanas, solo le tememos a esa luz que nos señala en público esos vicios que dejamos a la intimidad, esas perversiones propias de noticieros y curanderos.
Si usted es un lector frecuente de este Blog, le regalo el mordisco que me dio el insomnio hace ya dos años, si es usted de esos que se cuestiona el paradero de mis letras sencillamente le devuelvo el tiempo encontrado en sus bolsillos mientras le pregunto a mis letras por su paradero. Cuánto no daríamos por un testigo en esas esquinas donde miramos la tristeza jugando cartas, donde escuchamos al rencor burlarse de sí mismo, cuánto no daríamos por ser testigos de un coito ininterrumpido entre la ciencia y la fe, al final todo va a parar al mismo costal de la ignorancia, el mismo costal donde cosechamos esperanzas por cada fraude o por cada mentira que reciclamos en clase.
Respeto su fe querido lector, pero le recuerdo, dios es como la llanta de repuesto del carro, sólo nos acordamos de él cuando nos varamos. El pecado es un cómplice de la mala memoria, es un rito a la fe perdida por olvidados favores encerrados en el egocéntrico rincón de una habitación; juzgamos al amor por no hacer parte de nuestra vida y, cuando lo encontramos lo escondemos como el tesoro más preciado de nuestra soledad, a sabiendas que ese siempre ha sido nuestro santo Grial. Todo se renueva con el carnet de la memoria, en la biblioteca de la desesperada melancolía, en el tercermundista edificio de la hipocresía, porque sabemos que no nos falla la memoria, solo la regañamos cada vez que quiere hacer de las suyas.
Seria Prudente si la memoria pagase impuestos, no más para ver la cara de gobernantes que no recuerdan campañas, o candidatos que olvidaron ser ciudadanos. Por ahora, juguemos a no saber nada, así es más cómodo, menos delirante y sobretodo, no genera cargo de conciencia.
19 de noviembre de 2007
Gata de Papel

16 de noviembre de 2007
Tributos

Vivimos en armonía con nuestras conquistas, vemos en ella galletas para comer, jugamos dejando en el azar esas palabras claves que desinflan globos o inspiran canciones, dibujamos en las ventanas empañadas aquellos corazones o quizás un solitario juego de triqui, en el no importa si ganas o pierdes pues eres el único jugador, solo basta cerrar los ojos y seguir el viaje, no sobra una copa de vino si la quieres agregar al itinerario.
Siente tus pies descalzos, vigílalos por un momento, juega con la mirada y desafía la inercia de tus dedos. Evalúa la ignorada esencia de tus huellas, imagínalas recién salidas del baño, deja que la marca de agua sobre el suelo te diga lo que te depara en tu día, agiliza el silencio y escucha tu mente, déjala vibrar, déjala soñar, pero no ignores tus huellas. Contabiliza los dedos y ruega porque no sean más de lo que necesitas. No te preocupes, es solo una suposición… en realidad sigues solo (a), pero si lo prefieres cuando salgas del baño intenta de nuevo jugar triqui contra el espejo, no es mala idea, al fin y al cabo eres un personaje mudo de tu existencia.
¿Lluvia?, ¿Para qué? Bastante tenemos con la noche y la literatura, los noticieros y la cordura, el hambre y las estrellas. No importa si llueve, solo mira el agua caer y piensa en esas noches de calor y sed, divaga en las frías soledades de una Bogotá Fálica, o de una Medellín insaciable, de una Cali desesperada, de una almohada sin dueño. Tratemos de reciclar la realidad, seamos profetas y a la vez comentaristas de la cotidianidad, hagamos de las servilletas un ramillete de cartas vacías, dejemos en la música los mandamientos y en la literatura los pecados. El sudor evapora tus errores, el agua los aleja, el viento los pasea por entre las calles y la noche te los devuelve en ese solitario juego de triqui que en tu mente se radica cual mandamiento de dios.
Bienvenida o bienvenido a mi literatura, aquel estilo exiliado que dejé en las páginas de Miguel Vizcaya o Maria Plata. Les dejo la puerta abierta a la púrpura sinfonía de un gato sin botas, de un juego de póker sin jugadores.
Cada paso que damos no importa su dirección, es un tributo a nuestra audacia, a esa astuta aspiración de asombrar a los demás, esa vaga y en ocasiones innecesaria forma de buscar aceptación, como aquellos sujetos que en una mesa de costumbre siembran semillas de desolación, donde la lástima es su bebida y la desesperación su receta para cocinar. Son personas que alguna vez agradaron, que nos robaron sonrisas o copas cual mascota estrenando dueño. Personas que por medio del intercambio de palabras construyen información propia de mundos o vidas paralelas, personas que sin identidad exponen tarjetas o libretas de apuntes, a esos, a los no mencionados es que les pido que sus tributos nunca más vuelvan a ser en especie, pues nunca tendrán pirámides o mausoleos en su nombre, si al caso un condón sin estrenar como trofeo a la cobardía.
Seamos sinceros, el dolor es un estado del cuerpo, el sufrimiento un estado de la mente, la decepción un estado de gracia. Tal vez me equivoque pero vale la pena, eso es lo que me hace humano, lo que me permite vibrar a favor o en contra de tus puntos de vista querido lector. Ten presente que de esas fuertes y confesables bisagras que nos unen al pasado cual puerta de baño público, donde todo lo construyen a partir de desperdicios ajenos, es que se alimentan esos sujetos que en su mesa de costumbre beben al ritmo de la desesperación dejando en el norte una flecha que señala al sur.
No quiero ser injusto, yo también he sido víctima de la soledad, inclusive aprendí a valorarla y respetarla al punto que sólo la llamo cuando es para madurar, no para podrirme en la música de siempre, pero bueno soy un gato callejero, lo menos que puedo exagerar es mi capacidad de asombro, lo demás… al ritmo de la vida, de esas huellas que doblan a la esquina.
NO busco rendir tributos ni que me rindan alguno, pero si algo llegase a morder mi vanidad y me incite a ver en los tributos una vitamina para el ego por favor avísame, para ponerme mi mejor traje.
Hace mucho dejó de sonar Pink Floyd, de hecho en estos momentos suena otro mundo musical, otra oda, suena Paul McCartney. Pero alabado sea Pink Floyd, Suerte y que sigan su rumbo.
Voy por más aguapanela!
A Propósito de Monumentos y Vivencias

Miles de voces se unen en las etapas de nuestra existencia, nos remiten a canciones o en entusiastas caminos, en la maduración sin cita de nuestra fecha de natalicio, en la juguetona personalidad que nos gusta forjar, en esa mirada de niño cuando la piel comienza a madurar más allá de lo que una inocente maldad pueda permitirnos continuar, somos parte de esa sombra que al ritmo de la luz se esconde o se evidencia en el caminar, somos esas olas de mar que sin sentido alguno da a los poetas o enamorados un símil de sus pasiones, ese concreto de nuestras llamadas o ese asfalto de nuestras esperanzas.
La esperanza se viste a la moda, nos coquetea con el consumo amargo de la tradición audiovisual, nos arremete con confianza en un mar de miedos y sorbos, vestimos de etiqueta a la cotidianidad para explicar su sentido. Vigilamos nuestro nochero con hambre, observamos el techo de nuestra habitación en la oscuridad de la madrugada, bajo un insomnio cómplice y mundano, vemos en la pared ese vacío que algún afiche o algún episodio pasado nos ha marcado el pecho, inclusive el olor a sexo es ahora un mito y no un recuerdo, es esa nuestra guarida la que convertimos en madriguera, por supuesto, con la dignidad en el marco de la puerta y el ego encerrado bajo llave en un cajón.
Somos agentes de cambio, en ocasiones negociamos el cambio de agentes, vivimos de prisa sin querer encontrar paz, pero santificamos fiestas en nombre del deseo, divertimos a extraños y nos volvemos amigos de la indiferencia, eso es lo que nos vuelve humanos, el sentir, el experimentar, el juzgar y el lamentar para luego esculpir con orgullo y gloria nuevos monumentos que dejen en evidencia esas hazañas de las que hoy nos sentimos inútiles, o por qué no, héroes.
13 de noviembre de 2007
Al Otro lado del Ombligo

26 de octubre de 2007
Noticias del Viernes Cotidiano



Acto seguido: Llegar al dichoso centro comercial.
Entrando al comun y corriente almacén de cadena EXITO para atravesar el centro comercial y llegar más rápido al café de costumbre, otra actividad rutinaria de un viernes cotidiano, mi cara nuevamente se dejó llevar por una mueca de asombro al encontrarme con un pasillo rodeado de árboles navideños de todos los colores y tamaños, muñecos de Papá Noel, figuras para pesebre, botas rojas con borlas blancas, gorros con escarcha y nuevamente más accesorios navideños. Definitivamente el mes de octubre, mes de los niños y los disfraces desapareció para darle paso al cómodo y millonario negocio de la navidad, ya ni los disfraces de hombre araña, cenicienta, El Zorro, Power Ranger, bruja, etc, etc. están en las vitrinas, como quien dice que el halloween toca celebrarlo desde la primera quincena de septiembre.
Finalmente el día culminó con el corriente beso de despedida de mi novia, las labores dejadas en el café y los amigos atrás. Me subí al bus y pensando en todo lo ocurrido dejé en la ventana una sonrisa que vigilaba las raras mañas que la cotidianidad nos esconde por andar pensando en futuros inexistentes. Hay que vivir el presente muy de cerca y con lujo de detalles para poder gozarnos esas ridículas o en ocasiones asombrosas pistas de humor que la rutina refleja en todo lo que nos rodea.
Suerte y que sigan su rumbo.
AV.
Gato Blanco

Me visto de blanco con la tranquilidad de que en estos días de octubre empiezan a caer aquellos que se creían altos como una palmera, empiezan a desmoronarse sueños que alguna vez fueron compartidos pero que ahora hoy disfruto, en la distancia, con pinceladas de exilio y un tono burlón diciéndo que nunca fueron compartidos; sin rumbo nos varamos en la red en las cuatro esquinas de las punto com, de hecho hoy hice el ejercicio de recorrer cuanto Blog se desangra en Google, conocí puntos de vista interesantes, me rayé con los clichés de músicos y VJ´s, leí la prensa de Madrid, pasé por Buenos Aires, estuve en Sao Paulo y regresé a Cali a ver las encuestas, me divertí viendo las dos primeras temporadas en youtube de "La Casa de los Dibujos", luego le di paso al humor huevo con Huevos Cartoons, recordé en Los Simpsons esas temporadas de antaño llenas de buen humor y mala calidad de imagen.
No siendo más sigamos siendo felices.