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La inspiración a veces llega de manera inexplicable. Se va con el mayor de los pesos abandonando toda responsabilidad, deshuesando al corazón de razones y argumentos, debilitando la circulación de las buenas costumbres en imposibles silencios, ambientes pesados y sonrisas azules.
Como cohete en altamar las estrellas dejan la calma bajo un suave reflejo de olas y corrientes marítimas, peces sin familia nadan despreocupados por la caída del dólar, juegan entre sonrisas y acertijos marinos, dejan que la imaginación se apodere del lector y comienzan a narrar peripecias del mundo marino. Grandes Calamares se pintan de rosado cerca de las costas brasileras, tiburones de poco carácter en cambio visitan Coveñas con la misma tranquilidad con la que un cuento de ficción se toma un Blog por festín.
Se retoman viejos vicios y costumbres, se llega al éxtasis de la inspiración aun cuando se sabe que ciertos personajes del diario aportan palabras de sabiduría a silencios de melancolía. Nos hallamos en un concierto de frases largas, en un juego donde la imaginación impone el sentido de las cosas, las letras se escriben según el ritmo cardiaco del lector y la realidad se dibujo con el mismo simbolismo con el que le dimos al ayer palabras de amores adolescentes.
Colocarle nombre a las cosas resulta en ocasiones una tarea compleja. Inclusive cuando se es propietario de un Blog o de algún medio escrito de expresión, los nombres brillan por su ausencia o por su falta de creatividad.
Hablar de amigos, amores, familiares, problemas y soluciones, máquinas y obras de teatro, literatura o música, noticias o rumores, mujeres o sentimientos, que más da, hablar de cualquier cosa nos devuelve ese dulce amor por el chisme que nos ahoga en la elegancia de la poesía; justificamos el amor por el dominio de temas de terceros con canciones o videos, miramos en lo más lejano de la cordura la posibilidad de escribir sobre otros, notamos con desdén la insistencia de otros por leer lo que a otros les urge borrar.
Estuve leyendo de este modo el Blog de un gran amigo Español (sí, de España), su fuerte es la publicación constante y masiva de música universal y es quien de cierto modo me permite estar actualizado en los avances de la industria fonográfica, asimismo me sorprende cada día con mi ignorancia metódica y discursiva sobre el país ibérico.
La producción musical de agrupaciones y discos es exagerada, nombres raros y temas incoherentes, pero es allí entendiendo el menú de la música y la oferta de dicho Blog que retomo los descalabros de la imaginación y miro fijamente a mi tierra, mi ciudadela hormonal que cierra sus puertas a la inspiración de vez en vez. Calculo los errores o enumero los desaciertos, re leo los conceptos y las protestas, necesariamente es el ataque de imaginación y ficción lo que demanda la renovación del espíritu, en ocasiones, escribir por escribir.
No enterrar las necesidades de hablar, no hablar de las cosas importantes, no confesar las variedades de la rutina. Solo escribir por escribir, narrar sin sentido alguno vivencias y pensamientos del hoy, esos cinco minutos de vida que el día exige para poder descansar en paz en las noches, esas cortinas de seda que queremos colgar en las pestañas.
No hay necesidad de esconder verdades, de hecho lo mejor es despertarse diciendo las elocuencias de la mente con la misma facilidad de una tajada de plátano. Escribir incoherencias pero disfrutar el acto de hacerlo, dejar de darle importancia a la lectura y comenzar a morirse de dicha con el tacto de las teclas, volver fetiche el mundo para escribir. Sintonizar canciones X en páginas de color blanco, traspasar las fronteras de lo cotidiano, reinventarse la cotidianidad.
Gracias a las letras por recibirme.
1 comentario:
Las letras son las que están agradecidas por tu regreso... Un abrazo...
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