8 de abril de 2008

Gato de Abril


No me reportaba desde tiempo atrás sin razón alguna, de hecho me había distanciado severamente del ejercicio del escribir, me dedico nuevamente a otra de mis pasiones, a la producción cultural, y es que es en este mes de abril que las cosas se me están dando nuevamente en la arena laboral, con tropiezos y amagues lentos pero fijos, resultados creíbles e inclusive admirables. No me dejaba sentir en este blog porque quizás consideré ese espacio virtual como un agente muerto de cambio, un espacio de muerte y cenizas, una página virtual de emociones que se hecha de menos, de fotos y artilugios propios de la memoria; me resbalaba en la ingratitud, dejaba a un lado mi ejercicio del escribir por dedicarme al de la producción cultural, equilibrio al fin y al cabo.

Es duro darnos cuenta que las razones que nos obligan a escribir son en la mayoría de los casos razones negativas y llenas de dolor, algunas más venenosas o lujuriosas que otras. Me prometí escribir un post sobre el Gaticidio que se está desarrollando en mi pueblo natal, me prometí escribir un post sobre el cambio de generación en mi entorno, me prometí protestar sobre malos manejos y entendidos que se datan en mi tierra, inclusive alguna vez mencioné escribir algo sobre el libro maldito aquel, lastimosamente pudo más el silencio y la indiferencia que el qué hacer literario, pudo más la mediocridad y la pereza que la lucha y la protesta, me pudo la cama y no la pasión, me pudo el tiempo perdido que las letras perdidas, definitivamente dejé pasar muchas cosas que debieron ser escritas, pero ya no puedo llorar por las letras perdidas.

Siento que en este ejercicio hipócrita de escribir emociones me enredo en la columna principal de la inspiración, no puedo decir que me inspiro en melodías o hechos, no, me inspiro en tragedias y melancolías, prefiero ser protagonista de un melodrama de corin tellado que de una tragedia de Shakespeare, prefiero escribir las urbanidades de la televisión que dramatizar lo rural de la literatura colombiana. En fin, en ocasiones me dedico a escribir lo que se me ocurra y dejo publicar lo primero que salga, para esta ocasión no puedo hacer ello sino más bien editar y censurar todo aquello que me salga de primera mano. Palabras más palabras menos, mi novia me dejó.

Sí, me dejó porque le fallé, me dejó porque dice que cometí el pecado capital, porque le irrespeté y le negué palabras o explicaciones. En estos casos es donde yo discuto el rol femenino de la disputa y dejo entre dicho la capacidad de asombro y escucha que tienen las mujeres, por más señales de tránsito o iluminarías que uno como interlocutor imponga en la conversación, ellas, las mujeres no se hallan en disposición de escuchar todo aquello que uno tiene por decir, sino que prefieren censurarnos y alejarse de nuestro derecho a replica. Pues bien, me uno a los mentados caballeros que como yo han dejado en la expectativa la capacidad de explicar y argumentar lo que para ellas es un error o una falta de respeto y que para nosotros no es más que una mal interpretación de unos hechos o sucesos.

Además de ello, en este abril de lluvias y soles he reducido mi capacidad de ocio al 50% de rendimiento dejando en vela mi potencial espíritu emprendedor y de líder natural que dicen que soy. Me he dejado llevar por el amor al prójimo y he retomado ciertas labores que meses atrás veía extinguirse en mi currículum Vitae, si bien las cosas no están para celebrar, por lo menos puedo festejar ciertos logros profesionales que debía haber celebrado años atrás. Nocturno ha regresado, he logrado canalizar los esfuerzos en esa extraña pero mutable capacidad que tengo de hacer amigos y compañeros de trabajo a cambio de espacios de integración y liderazgo profesional, he balanceado mi cabeza y mi cuerpo con ese pedazo de carne que denominamos cuello y lo he lanzado al frente de mis inoportunas ideas de cambio y progreso.

No reviso mis ocios virtuales desde el mes pasado, sólo hasta este incidente me entrego al acto virtual de reportarle a mis ingratos y olvidados seres virtuales, le doy la vuelta a mi top 10 de blogs y leo lo mismo de siempre, con uno que otro que publica más seguido. Miro mis cuentos y los veo pálidos y vacíos de lectores, las apuestas en fútbol las abandoné por un par de fechas y eso ya me bajó considerablemente en la clasificación general. Leo las noticias de Izquierda y miro en los reportajes de la derecha el equilibrio, busco el equilibrio político de la realidad mundial, me decepciono de los resultados de mi Nacional del alma en el rentado colombiano, miro la copa libertadores y me resigno con los golpes de mi River, en fin. Ha sido un mes largo y mudo pero donde he sentido muchas emociones mezcladas con sensaciones de cambio, ahora inicio la re edición del capítulo 2 de mi libro, de ese texto maldito del cual algún día les daré informes.

Retomaré mis viejas andanzas y trataré de salvar la patria con mi cachetona, pero dudo que ella se halle en disposición de buena escucha y razón, por ahora les brindo una copa de aguardiente y nos seguiremos leyendo por estos lares.

Hasta entonces.

AV

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