21 de abril de 2008

A Lo Natural


Quiero rendir un homenaje a la tierra con este post, sí, según el Discovery Chanel y NatGeo esta semana es la semana verde, o semana de la tierra. Semana en la que estas dos redes de televisión transmiten especiales y documentales alusivos no solo a la caracterización y origen del planeta sino además sobre especiales de destrucción masiva y proyección futurista (apocalíptica) de las condiciones ambientales de la raza humana y su entorno, todo en un solo escenario de motivación y complot para mejorar las condiciones del calentamiento Global, la caza indiscriminada de especies salvajes, la gran mayoría de ellas en vía de extinción, el mal uso de la basura y el mal ordenamiento de las ciudades y territorios ocasionando variaciones en los mares, ríos y lagos.

Esa contaminación auditiva y visual que nos inunda en las calles, que nos somete a cambios fuertes en la identidad, esa contaminación que se convierte en modo de vida en los callejones sin salida que nos inventamos en el pasar de la rutina, basura emocional, basura espiritual, basura medieval al fin y al cabo. Avanzamos al ritmo del tercer mundo, nos enajenamos con las curiosidades de los países desarrollados e inclusive nos entregamos a los vicios de las calles, ese caminar pausado y temeroso que nos promete en tiempos electorales esa consigna que dicen es "la cultura ciudadana". Esa premisa que repudiamos en la casa y en la escuela, que nos la metieron por los ojos en los noventa y que hoy en pleno decenio nuevo llamamos reciclaje, pero es que si vamos a reciclar debemos por empezar a reciclar esos malos sentimientos y odios guardados que en reciclar papeles, cartón y botellas.

Hay ciertos empaques o bolsas plásticas que según el color nos indican donde se deben botar los desperdicios que diariamente mal implementamos, así y todo, confundimos el cartón y el icopor con el color del basurero donde debemos de arrojarlo para poder reciclar, finalmente en este asunto voluntad hay y mucha, pero educación y conciencia poca, es decir, decidimos reciclar y ahorrar agua cada vez que una campaña de prevención o imposición política nos lo exige, pero en estos laboratorios sociales se nos olvida colocar alguna bolsa plástica que de determinado color nos enseñe a reciclar esa intolerancia y ese rencor que llevamos en los bolsillos, o por lo menos innovar con algún artilugio que al igual que en los automotores, nos regule el CO2 que sacamos de nuestro cuerpo, para el caso de nosotros los mortales, el CO2 (Conciencia Doblemente Oxidada) se repliega como virus por los espacios del hogar hasta inunda escuelas, parques y lo más absurdo de todo, los semáforos.

Reciclemos la pobreza, Reciclemos el hambre, reciclemos todos los esfuerzos para sembrar amapola o promover espectáculos humanos en circos legislativos, tratemos que nuestra conciencia se disperse un tiempo y como gota de agua ayude a nacer un río de tolerancia y respeto, un mínimo de amor y sentido de pertenencia, para que los tratados internacionales promovidos por la ONU y UNESCO se dediquen a rifar anchetas y no a mendigar protestas.

Al fin y al cabo todo este mundo color rosa o este imaginario de la Paz Perpetua que promovemos en Blogs, Murales, Graffitis, Caricaturas, Literatura y Academias sociales no se quede como un cliché o un espasmo de pasión secular, sino que se determine como el modelo de Statu Quo que se debe dictar en las escuelas básicas primaria y fortalecer en los escenarios de la educación media y superior, ahora bien, todo nace como un modelo de consumo y producido, un modo de vida y no como un reglamento o un fisco normativo. Quisiera en estos momentos que esta semana de la tierra tuviese el protagonismo que merece y no ese anónimo rol de documental que asume en la programación de las dos principales redes mundiales de TV.

Absurdamente me siento a escribir este post como tributo a GAIA, como un breve homenaje a esta semana verde que se promueve en algunos canales de tv, lastimosamente se y estoy convencido que las necesidades ante este tema se rezan en otro tipo de movimientismos y no estos espacios de reproducción intelectual, es decir, donde logramos es escribir cosas que ya sabemos pero no movilizar a los lerdos que ya conocemos. Espero lograr algo con este sencillo escrito, si quiera una crítica negativa, pero moverle el traste a algún desprevenido.

Suerte y que sigan su rumbo.

AV

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