31 de julio de 2008

Adios querido Julio


Con el único cigarro de la noche, buena música a ritmo de pensamientos claros y serenos, esa elocuencia que se escapa en el olvido del trabajo, en esos caminos de la amistad, allí donde las promesas se quedan congeladas, esos días que duermen sin hambre, que rezan con alegría y se reivindican con la vida, que no se escapan a la tristeza pero tampoco mueren con ella, solo siguen sus propios pasos y su propia personalidad, esos peros propios de poetas y esas notas propias de anónimos enamorados. Besos que se quedaron en el papel.

Hace mucho tiempo no me fumaba un cigarrillo con calma, con el placer de sentir esa brisa de noches de sueño, un cigarrillo que me aleja de la nostalgia ni me acerca a la moralidad, me lo fumo con paciencia y lo disfruto, es el único de la noche, no hay derecho a repetir, pero no hace falta hacerlo, es ese humo que despide a este séptimo mes del año, ya llegando al octavo lo dejamos ir, lo despido con ese amor con el que los músicos han dado al mundo motivos para vivir, esas canciones que llegan al interior de letras y etiquetas, a corbatas y faldas, mezcladas con tazas de café y jarras de agua panela, vivas, alegres, serenas, místicas.

Esa satisfacción que llega por casualidad y no se acuerda de aquellas ocasiones en las que se les invocó, donde el olvido hizo de las suyas, donde la musa regresó en traje de recuerdo, donde todo se aclaró en lo más oscuro de la noche, ese juego de palabras y momentos que despertaron sin siquiera querer estar vivos, sólo apartados en un rincón de la memoria, dando oportunidades derivadas de maduras acciones suicidas, de marcadas lágrimas sacadas del closet, sin cadáveres que esconder, sin esencias que oprimir, sin vidas que reprimir, sin mujeres que mendigar, solo lo que se necesita y se despide, todo en el mes menos esperado.

Despido a julio para dejar que entre agosto por la ventana, noticias que se acomodan en mi almohada y me saludan en tono de cortesía, con tarjetas adornadas en besos y errores oportunos, en un blog que quiso hacer tributo al recuerdo, en un blog que encontró como musa al pasado, dándole un presente significativo a los lectores y transeúntes que se esconden en los rincones de las preocupaciones y el estrés, esa estupidez que nosotros los humanos suplicamos a cambio de éxito y buena presentación. No, hoy no, hoy me fumo la vida y la disfruto como nunca, como con esa ganas de que se quede en la mirada de otras y de otros, que se encierre en llaves maestras y se escondan nuevamente para volver quizás en muchos años más tarde o en unas pocas horas, aquí lo que comienza a importar es tu dolor, porque el mío ahora está en manos lectoras, en letras portadoras de café y cigarros.

Despido a julio, beso a Julieta, la amo a ella, a la que me lee con serenidad, a la que me dio esa oportunidad de burlarme de las reglas y la cotidianidad. Después vuelvo para quedarme en la conciencia de los minusválidos, exagerando vísceras y escondiendo cotidianidades en lo más absurdo de la humanidad, digamos que es producto de la mala alimentación, dejémosle este placer a los envidiosos, y volvamos a lo básico.

A veces es bueno dejarlo salir, una manera sana de empezar a sentirnos más cerca.

AV

2 comentarios:

Absurda dijo...

Cuando era niña (y creo que también ya entrada en la adolescencia), solía imaginar que cada mes tenía su propia personalidad...Julio era uno de los que mejor me caía.

Qué buena idea hacer ese balance de las cosas de manera tan profunda y despedirse como se debe. Me alegra que te haya dejado tanto, y lo compartieras con nosotros :)

Me gustó mucho!

Unknown dijo...

Leerte siempre es agradable, el que puedas transmitir esa sensación de lo que se deja, de lo que se va y de lo que se espera es agradable y sin ser tu objetivo logras que los que te leemos entre líneas terminemos evaluando o colocando en una balanza lo que significo éste mes.
Sabes Julio fue un bonito mes pude , gracias por regalarme la oportunidad de leerte y que te conozca un poco más
Un abrazo Doctor Vargas