Primera parte
Ya llevaba bastante sin escribir aquí, resultado de una disputa seria entre la inspiración y yo, pero pues algo debía salir en esta temporada de historias decembrinas.
Tenía otra idea en la cabeza cuando me propuse escribir este post, sin embargo como cualquier reportero de cotidianos sucesos terminé escribiendo algo medianamente parecido a lo que quería pero permaneciendo la esencia y la bondad de lo ocurrido. Con un perfume de ficción y un aroma a realidad, les entrego esta nota propia de carteles y abandonos.
La Navidad comienza cuando en Noviembre comenzamos a observar productos, servicios y promociones propias de la ocasión decembrina, cuando en vitrinas y establecimientos notamos la presencia de gorros rojos, árboles con colores, villancicos en almacenes de cadena y un sin número de juguetes y variedades para regalar a los hijos del hoy. Sin embargo, la vemos como un acontecimiento propio de la mercadotecnia y no como una época del año, en la que sin preverlo nos envuelve hasta más no poder.
He descubierto como consecuencia de un sondeo entre mis amistades y cercanos que somos muchos los que detestamos, odiamos o simplemente nos sentimos inconformes con esta época del año y todo lo que de ella surge y se representa, aun así nos dejamos envolver lentamente hasta que bajando la cabeza con una mueca de derrota y no de plagio, aceptamos ser parte de esa tradición.
Descubrimos entonces que el concepto de navidad, tiempo de amor y felicidad, de paz y regocijo, de descubrir lo bella que es la vida, de compartir en familia, de ayudar al prójimo y etc etc etc, no es precisamente lo que todos o muchos consideran especial, inclusive he notado en el amplio circulo social de este felino y amable servidor que la natividad o el tiempo de amor y paz que se convoca en los hogares colombianos a partir de cada 7 de diciembre es un esfuerzo que se cierra en nosotros en cada primero de diciembre, razones varias, pero esfuerzos inútiles porque ante ello es que siempre bajamos la cabeza y damos cuenta de todo lo que sucede y rodea es un modo de vida en esos hogares y esos padres que nos dieron crianza.
A partir de todas estas ostias desperdiciadas es que comenzamos a lamentar a ritmo de piano, nuestra época decembrina, una navidad no deseada que es sinónimo y muestra de adultez, post adolescencia… no en todos los casos aplica, pero si se repliega en la costumbrista mirada de lo que para nosotros no es sinónimo de integración familiar.
Todo dio inicio de manera oficial y dejando las especulaciones de un lado el siete de diciembre, ese día, reconocido en mi cultura popular como el día de las velitas o del alumbrado, muchos y pocos, juntos o separados encendieron una vela como sinónimo de tiempo de paz y reflexión o como cliché de esquina, donde lo importante es beber y embriagarse con los amigos o vecinos, quemar pólvora o ver como la queman, disimular la soledad y adaptarse a esa banda sonora que cada año con el mismo repertorio nos incita a bajar la cabeza y decir… ya llegó navidad.
CONTINUARA….
Mis recomendados de esta semana:
- Canción: I Was Made for Lovin You (Kiss)
- Película: The Nightmare Before Christmas (conocida como Pesadilla antes de Navidad en España y El extraño mundo de Jack en Latinoamérica)
- Programa de TV: Culturama (Domingos 10 PM por Señal Colombia)
- Libro: No tengo libro ni Blog recomendados para esta semana
2 comentarios:
Como muchas de cientos de personas me he visto victima de esta temporada, cultura, movimiento, etc...
es en esta fecha cuando todo lo de navidad ya se ha vendido y lo que no se vendio ya se retira de las vitrinas cuando la temporada se torna a su verdadero tono la temporada de compras, que lastima (aunque me beneficio)...
un saludo, espero poder escribir este mes
a todos nos pasa, estoy que renuncio a esto de la navidad, pero desafortunadamente no puedo.
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