Con un arranque desesperado de estampillar letras, de romperlas contra teclados y espejos, de regalarle a los más necesitados menos necesidades y más deberes, de robarle la calma a la soledad, de brindarle agua a las paredes y regar los jardines con alcohol. Con un arranque de calor en el estómago, con el vacío impermeable de la piel deseando comer o sencillamente deseando fregarse contra la arena, morderla a pedazos, destripar en el inconsciente de las masas ese deseo revolucionario de no tomar coca cola, ese deseo capitalista de comerse una hamburguesa después de rumbear, de tirarse en el suelo a descansar, de vivir con pañales en el bidé, de todo para el pueblo si viene de los pobladores.
Más letras y menos blog, más hazañas y menos historias, más muertos y menos cementerios, más caminos y menos caminantes, más panela y menos soda, más ira y menos rencor, más galletas y menos leche, todo junto o revuelto, todo alejado de la muchedumbre o encerrado en la gaveta de los dulces, en la guantera del taxi, en ese horario de estudiante con el que nos escapamos de la vida.
Sin coherencia o sin trama, sin narrativa y sin orden ideológico, sin ideas y sin ideólogos, sin profesión y sin clases, sin noches para castigar, sin mujeres para conquistar, sin hombres para emborrachar o sin tejados para destrozar, se ahogan y se preguntan después ¿qué pasó?, se dejan seducir por el licor, por la gasolina, se dejan enmudecer en un rito que quizás nunca antes fue publicado, ese amarillismo que los periódicos y las telenovelas nos canjean a cambio de horas y horas de asombro. Miles de historias nacen en una cueva, las demás solo buscan una cueva donde esconder la vergüenza.
Desordenado y sin hilo conductor, con el blog en el bolsillo de la camisa y la coherencia en la taza vacía de café, con el deseo de escribir bajo la sombra de un disco, con el caos como testigo, como siempre y sin nada de novedad me dejo seducir en ese arranque de literatura sin letras que dejo regar por toda la pantalla y que al final, cuando realmente le leo, me doy a la cuenta de que siempre se maúlla sin luna, se pierde en el mar, se muere en el intento y se sigue intentando.
AV
1 comentario:
well.. it's like I thought!
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