12 de septiembre de 2009

Hilos



Gracias a la Palabracaidista por este banco de imágenes.


Escuchar la misma canción dos, y hasta tres veces, tararear un coro bilingüe. Encontrarse en sonidos variados, resignarse a tiempos lejanos y ver en la distancia apellidos y amistades que siguieron caminos distintos.

Algunos se estancaron en el silencio del dolor, en la filosofía de la resignación o lo que es peor, en el conformismo de la estupidez.


Me voy dando cuenta de los cambios no precisamente por la manera como llegan o son asumidos, más bien por el carácter con que son evaluadas. He aprendido ciertas lecciones en menos de dos meses, aprender a observar la vida con paneles de colores diversos, salirme de paradigma de la cotidianidad, quizás por ello ya las noticias cotidianas no son tan cotidianas, mas bien se centran en reflexiones rutinarias, en ir y volver, en viajar entre sueños y aprender a madurar en el diverso mundo de los elementales.


Esas conexiones que he retomado con mis raíces, intentar defender mis convicciones por encima de discusiones amistosas. He notado que me han dejado de importar ciertas personas o situaciones, que mis sueños ya se han cumplido en un cierto porcentaje, pero que mi inconformismo profesional sobrepasa a veces mi capacidad de asombro, lograr llegar no es la meta, quizás la verdadera meta es lograr sembrar, dejar huella, dar vida a una nueva idea, decirle adiós a las viejas costumbres.


Si bien crecer es sinónimo de aprender a enfrentar retos y dificultades, también es aprender a valorar pequeños detalles, ser el niño que valora cada segundo de su existencia, a diferencia de la adolescencia y su discurso del no futuro, siento es la esencia de una madurez que ha llegado a su puerto inicial, un nuevo rumbo que se debe tomar con nueva apariencia y nuevos retos, es precisamente cuando al igual que de niño, comenzamos a valorar cosas tan sencillas pero que notamos que son importantes las que nos permiten hallar la siguiente etapa de crecimiento, es doloroso notar que amigos o cercanos, vecinos o distinguidos no siguen esa misma senda, se estancan, se frenan, huyen del fuego como aves que quieren emigrar.


Estos meses he recibido lecciones de personajes que para tiempo pasado no significarían lo mismo que ahora asumo, aprender a escuchar con los ojos, entender los detalles del cansancio, ser honesto con el cuerpo, darle tiempo a los miedos, jugar a las escondidas con las sonrisas ajenas, aprender a gritar con caricias, navegar entre asfalto y smoke, dominar la noche con canciones y letras de poetas fallecidos, ser sincero con la familia, darle valor a los centavos, medir los esfuerzos, beber con la misma alegría con que se come, aprenderle a serle fiel a los miedos y darle lecciones a los vicios, conciliar las enseñanzas con las remembranzas, darle a la nostalgia una nueva oportunidad.


Algunas conversaciones me han dado la vitamina que las lágrimas expulsas en tiempos de adolescencia, ser valiente cuando nadie lo espera, decirle a los errores que regresen con nuevos retos y nuevas enseñanzas.

No se trata de darse cuenta que las canciones que nos gustan superan la década de vida, o que las series de tv que nos gustan ya no existen en youtube, o asumir que los libros son eternos pero los lectores enfermos, aprender a callar aun cuando las ganas de hablar superan la fuerza de la gravedad, entender las deserciones, aprender a esperar… esa es la verdadera lección de estos últimos años.


Quizás es ahora cuando digo que mi viaje realmente ha comenzado.


AV

1 comentario:

Anónimo dijo...

...empiezo a pensar en que hay vidas paralelas, personas que viven lo mismo en el mismo tiempo pero en diferentes espacios.

Mi amigo Don Gato, una vez más coincidimos en sentimientos y en la percepción del mundo que nos rodea, una vez más vemos el mismo mundo en el mismo tiempo de la misma forma, aun cuando no estamos en el mismo lugar.

Huellas, sueños, romper esquemas, retomar la sencillez y valorar los pequeños detalles... cosas que tengo guardadas en el corazón y en el tintero, y que sin duda alguna, en su momento daré a luz!

Un abrazo y prosigue tu camino, que te lleva por una buena senda!!!