Sentarse a escribir para algunos es un ejercicio meramente literario o cotidiano, si bien escribir es reseñar acontecimientos reales o ficticios en un mismo plano, es también expresar sensaciones, pensamientos y emociones en ese plano material o virtual que luego pasa a ser publicado en algún medio.Imagen tomada de: http://blogs.clarin.com/imagenes/posts
Nuestra conciencia está llena de escritos, de palabras que deben ser dichas o expresadas de manera letal, en ese sentido es que algunos deciden irse por la línea de lo poético o literario, otros se sienten más cómodos en la normalidad de la prosa, en esa línea de palabras y frases que reseñan situaciones de manera seca y podría decirse, periodística, o técnica, a diferencia del poema o la receta de cocina, las noticias producen sensaciones basadas en energías y razones subjetivas, la fuerza de la escritura.
Pensar en esos acontecimientos ocurridos, en esos sueños y aquellos deseos que al día a día nos dan preocupaciones y alegrías. Vivir cuanta aventura se anota en un diario, leer lo que le pasa a otros, escuchar sus anécdotas, sus errores, sus aciertos, esos besos que se quedan como un cuento de Hadas o como una historia de dolor, todo incluyendo las mentiras que guardamos en el bolsillo del pantalón.
Canciones que se roban la memoria, poemas que sonrojan a pueblos enteros, recetas y pócimas mágicas que mueven montañas, cuentos que se inventan en los bares, fábulas de bares, mitos urbanos y leyendas escolares, todo incluyendo el diario vivir se reseña en la visión de nuestras emociones, nos vamos encontrando en la fuerza de la escritura.
La bitácora de viaje de nuestra vida comienza en el momento en que nuestro calendario mental nos muestra esos días que comienzan a tomar fuerza en la lectura de nuestros actos, en esos tropiezos y esas confusiones que salen con el sol, que se van en la música y se enredan en otros idiomas, nuestra voluntad para crear y acertar, de vivir y comprender, de soñar y prometer.
Misiones que nos prometemos y que nos prometen, vidas que pasan al ritmo del agua.
El corazón nos lleva a lejanas escrituras que dan vacíos en el tiempo, que gotean en letras y párrafos a veces incomprensibles o sencillamente superficiales; tener una idea en la cabeza y razones de peso para compartirlas, si crees o no en lo que escribes, sabrás lo que se leerá en los versos que se van. La fuerza de la escritura se hace impotente ante la fuerza de la lectura.
Noticias cotidianas que tenemos en la memoria, ficciones vacías que llenamos con realismo y cordura, que vaciamos en la vejiga de la moral esos argumentos que inventan cuentos y novelas, lectores que se incomodan o que se sienten respaldados con el esfuerzo de la letra escrita, esa fuerza que se sumerge en la ortografía y la coherencia, en la puntuación y la narración, somos personajes y lectores, somos creadores y confesores, somos lo que somos y seguiremos leyéndonos en las noches.
La fuerza de la escritura sigue ahora con estas nuevas noticias que la vida nos dará, con esas vacaciones de cordura para enloquecer en la creación de honores y lectores, de motivaciones y argumentaciones, de notas y artículos, de protestas y enseñanzas.
Bienvenidos a este espacio para contar, donde el silencio todo lo lee.
AV.
2 comentarios:
Justamente ayer hablaba con un amigo como de un día para otro, me dio la imperiosa necesidad de escribir y escribir, fue así que surgio mi blog y de repente estoy tranquila en cualquier lugar o momento y aparecen ideas en la mente que tengo de alguna manera sacarlas de mi cabeza, y asi surgen mis posts, n calculo mucho, ni reviso mucho, solo dejo salir libremente lo que esta dandome vueltas.
Es una necesidad y hay que suplir las necesidades.
Saludos
Buena manera de hacer propaganda; creo que es lo que siempre me trae a estos lares. Algunos no sentimos igual, no vibramos en esta frecuencia que se describe aquí, pero al menos se hace algún esfuerzo por ser.
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