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¿Qué se puede escribir en un Blog cuando tienes dolor de cabeza? , ¿Qué me duele la cabeza? , ¿Qué me incomoda el sol y la pantalla del PC? … se pueden escribir muchas cosas, se puede describir la manera como duele la cabeza, los pensamientos chocantes que rebotan en mi mente, se puede hablar mal del día o maldecir las circunstancias, se puede hablar tal vez de la impotencia con que se escribe y se piensa o simplemente no tienes nada de qué hablar.
Puedes escribir historias de personajes ficticios y convertirlas en metáforas de tu día, puedes observar lo que te rodea y en tu silencio rechazar la bulla que aturde tu dolor, quizás con el dolor a cuestas puedes tomarte una aspirina y tener fe que el dolor va a desaparecer al ritmo con el que desaparecen tus ideas a la hora de escribir en tu blog. Duela o no la cabeza es cierto que hay días sospechosamente light, como la canción de Calamaro, “… hay un deseo que pido siempre y que pasa un tren” pero en estos deseos miro en el profundo vacío de la estupidez un dolor de cabeza para justificar, un motivo para redactar ideas sueltas y desconectadas, ideas que no se escriben sino que se describen.
No hay nada que uno pueda hacer con una aspirina en el organismo, porque escribir es propio de enfermos y alentados, no de soldados. En un día de estos donde duele la fábrica de post´s duerme y se exilia, las excusas vuelven con recuerdos de monotonía y discordia, tiempo libre para pensar y soñar, tiempo que uno le dedica al dolor de cabeza, esos dolores que uno no espero pero que si llegan a desesperar, asientos que son ocupados en nuestra descalza oportunidad y se vacían con nuestras ansias de escapar.
Pues sentarme a escribir en el blog con el dolor como corona es porque precisamente tengo tiempo para el dolor, tiempo libre de responsabilidades pero ocupado por el ocio, porque la industria del ocio no perdona dolor de cabeza alguno. Quiero escribir recordando a esos que leen, a esos que escriben y que me gusta leerles, a esos que desconocen de mi dolor y que busco compartírselo con ciertas letras ligeras de causa y sentido.
Anexarle una dosis de aburrimiento y 8 onzas de café permiten encender un cigarrillo para escribir, un dolor de cabeza para describir y una tarde de ocio para reprimir; en ningún rincón del planeta encubro mis letras con aspirinas y vasos de licor, sólo las guardo en el cajón esperando a ser maduradas mientras se producen escritos de la ociosidad, para más adelante se arranca una nueva etapa de postear con premura y cordura, sin prevenir o encubrir lapsos de nulidad intelectual, por el contrario nos hace falta tiempo de dolor para sacarle jugo al hedor de la cotidianidad.
Palabras más, palabras menos, me duele la cabeza.
AV.
Puedes escribir historias de personajes ficticios y convertirlas en metáforas de tu día, puedes observar lo que te rodea y en tu silencio rechazar la bulla que aturde tu dolor, quizás con el dolor a cuestas puedes tomarte una aspirina y tener fe que el dolor va a desaparecer al ritmo con el que desaparecen tus ideas a la hora de escribir en tu blog. Duela o no la cabeza es cierto que hay días sospechosamente light, como la canción de Calamaro, “… hay un deseo que pido siempre y que pasa un tren” pero en estos deseos miro en el profundo vacío de la estupidez un dolor de cabeza para justificar, un motivo para redactar ideas sueltas y desconectadas, ideas que no se escriben sino que se describen.
No hay nada que uno pueda hacer con una aspirina en el organismo, porque escribir es propio de enfermos y alentados, no de soldados. En un día de estos donde duele la fábrica de post´s duerme y se exilia, las excusas vuelven con recuerdos de monotonía y discordia, tiempo libre para pensar y soñar, tiempo que uno le dedica al dolor de cabeza, esos dolores que uno no espero pero que si llegan a desesperar, asientos que son ocupados en nuestra descalza oportunidad y se vacían con nuestras ansias de escapar.
Pues sentarme a escribir en el blog con el dolor como corona es porque precisamente tengo tiempo para el dolor, tiempo libre de responsabilidades pero ocupado por el ocio, porque la industria del ocio no perdona dolor de cabeza alguno. Quiero escribir recordando a esos que leen, a esos que escriben y que me gusta leerles, a esos que desconocen de mi dolor y que busco compartírselo con ciertas letras ligeras de causa y sentido.
Anexarle una dosis de aburrimiento y 8 onzas de café permiten encender un cigarrillo para escribir, un dolor de cabeza para describir y una tarde de ocio para reprimir; en ningún rincón del planeta encubro mis letras con aspirinas y vasos de licor, sólo las guardo en el cajón esperando a ser maduradas mientras se producen escritos de la ociosidad, para más adelante se arranca una nueva etapa de postear con premura y cordura, sin prevenir o encubrir lapsos de nulidad intelectual, por el contrario nos hace falta tiempo de dolor para sacarle jugo al hedor de la cotidianidad.
Palabras más, palabras menos, me duele la cabeza.
AV.
4 comentarios:
Pues que vaina, pero me ha pasado, el dolor no es excusa, por el contrario, me parece que es el sustento de muchas palabras y de mucho, mucho de lo escrito...
En resumen, a mi tambien me duele.
a todos nos duele, mas cuando escribimos...
¿mi reino por una aspirina?
La Dictadura del Acetaminofen---
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