1 de junio de 2009

Ecos de Junio



Imagen Tomada de:
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Cats And Crossword Painting by Carol Wilson (presented by Carol Wilson Cat Art)

Estaba sentado conversando con mi mejor amiga, juicioso en el MSN hablando de escritos y oscuras ilusiones, de desiertos que golpean la mirada, de letras que se frenan en el devenir de noches pasajeras, de amigos inconclusos. Un fuerte estruendo sacudió las ventanas de mi casa, el eco dejaba en el aire un olor a pólvora propio de cobardes en tiempos de sangre, lejos de esa realidad que la soledad libra con la depresión, esta era una tregua entre la música y la literatura, el eco se limitaba a dejar sonidos en el silencio.

Un sentimiento de venganza se escapó en mi mirada buscando razones en el fondo de la ventana, luces amarillas y postes eléctricos atestiguan el silencio y la quietud de una oscura noche marcada por encima de los 30 grados centígrados, aprendí en ese segundo que la no se trata de encontrar la canción ni el sonido perfecto, se trata es de aprender a escuchar esas melodías de la tristeza.

Como un grito de dolor que el cielo no cesa caen aromas de pólvora, como la muerte cuando dibuja su sonrisa en invierno, las oscuras nubes de la noche cesan ante el poderío de una indiferencia que no nos ha dejado ser, que nos persigue en el tiempo, se ha vuelto el segundero de nuestra torpeza, aun en el llanto ya las lágrimas pierden sentido.

Esta ciudad carece de amistad, su soledad se arrulla en las cordilleras, se encierra en los peatones que la circulan con venganza, con desagrado y prepotencia. La arrogancia de las migraciones nos ha dejado cicatrices en el rostro, no nos ha permitido ser, nos han robado el llanto, la risa no la envenenaron con publicidad y mercadeo, dizque cultura ciudadana, que farza!, eso no existe.
Lo que hay que apostar para que exista es la cultura del ciudadano, el amor del hijo hacia su padre, la protección del fuerte hacia el débil, la cosecha lista para ir al mercado a las cuatro de la mañana, no dejarla morir en túneles que huyen de la vía al mar.

Esta ciudad llora como una madre que ve morir a su hijo, como una balada que en voz de inocencia demanda la guerra, como esos fallidos intentos de mediatizar y politizar iniciativas de paz. La única iniciativa de paz que nos cubre es la de descansar en paz junto a los próceres de la historia.

Estaba sentado escuchando a The Beatles, casi un deseo de llanto me empujó contra el recuerdo. Hace diez años mataron a Jaime Garzón, hace diez años fue la masacre de Bojayá, hace diez años fue el secuestro de La María, hace diez años que llevo mi manilla negra en la mano izquierda. ¿Cuántos años va a durar este luto? ¿Cuántas canciones debo componer o entonar? ¿Será el ridículo el culpable de nuestros males?

Sentado un lunes primero de junio quise dejar ser, pero aunque se sufra con el presente de nuestros sueños es la musa del recuerdo y de la memoria la que nos sigue dando ilusiones y desaciertos.

Quiero sentarme en el piano y dibujar cada sonrisa perdida que le hemos regalado al thanatos, cada canción que le hemos dedicado a funerales y conciertos por la paz, cada fotografía de desaparecidos por la tragedia.
Quiero rendirme a los pies de la indignación, intento no perder esa fortaleza de continuar y seguir luchando en silencio, creer en mi gente y mis alas, elevarme en las decisiones que nos obligan a tropezar con problemas solucionables, pero cuando la muerte azota de nuevo es demostración de lo incompetentes e impotentes que podemos ser en este hemisferio del mundo, estas latitudes urbanas que nos castigan al mejor estilo de los campos colombianos del frente nacional.

Llueve miedo en nuestras nubes, llueve eco de dolor en el aire, la sombra se esconde en la pared, seguimos sentados tratando de saber que sucede, seguimos cantando en tristeza.

El cuento quiere ser acabado.
- Let it Be -


AV

5 comentarios:

Andrés Eduardo Chicué Romanoff dijo...

También lo sentí. Fue la asfixiante noche de un 1 de Junio. Impera una energía densa sobre la ciudad... Justo antes del atentado me asomé a la panorámica que se ve desde el patio de mi casa y le dije a mi mamá: -La ciudad está seca-. Aunque me refería al clima, en el fondo también me refería a una fibra más interna... a un Ventrículo por el que ya no corre la sangre que da la vida, sino la de las victimas que día a día, noche tras noche caen como granos en las fauces de thanatos que parece, ha trasladado su oficina a la tumba de Busiraco.
Compañero de la noche... Hoy nos tocó llorar. Mañana será otro día. Lo importante es que amanezcamos para seguir creyendo, escuchando a los Beatles... y amando.

AV dijo...

Asi será.
"With A Little Help From My Friends"

lealcor dijo...

Qué tristeza tan hijuemadre, y yo que empezaba a verle una cara mucho más bonita a Cali, resulto que aun tenía ganas de mostrar el backstage de lo que es la parte oscura de nuestro legado futuro. Que tristeza tener que dejarle a nuestros hijos el dolor de las personas que lloran, que tristeza que la humanidad se resiste a un buen y bonito cambio.

César López dijo...

Sí, la cagada que los niños de un parque lleven del bulto por los problemas de violencia de nuestra ciudad. Un vez más. Qué triste.

HannaLuna dijo...

yo no lo sentí físicamente pero ahhh miércoles como duele el corazoncito caleño!!!

juepuchaa uno q da la vida por este vividero y estos bándalos insisten en hacerle grietas y más grietas a esta sociedad!!

Pero no pierdo la fé, somos más los que queremos a Cali con la piel!! un granito de arena desde la Luna, que tarde que temprano este paraíso volverá a resplandecer!