9 de enero de 2008

De Caos & Pecados

"Lo que se ignora, se desprecia." (Antonio Machado)
Con un deseo incontrolable de vida, ahogado por la ansiedad y en medio de un terremoto de sentimientos se desborda en mí un centímetro de vida robado en cualquier calle, se dibuja con la sonrisa de los desamparados la visa para continuar con el viaje eterno de la confirmación, de la formación intelectual que a punta de hilos rojos se educa.

A un extremo del universo se juntan los horarios y se discriminan los cabellos de cada civilización, se venden neuronas en latas reciclables y se distribuyen canciones bajo el celo de cantautores frustrados, se esconden niños de padres malcriados y madres alegres, se desdibuja lo creible para dejarse vencer en la cordura de los límites de ese universos paralelo que llamamos conciencia y lo nublamos con las blancas huellas de la imaginación, sólo así comenzamos a sentirle el latir a ese corazón ensangrentado y lleno de motivos para suicidarse.

Cual viajero del pasado se asusta con las novedades del presente, somos objeto de discusión en laboratorios genetistas, somos oraciones en resguardos militares, somos agua en el alma de los olvidados, somos historia para los cuenteros, somos el valor de la desconfianza para el cajero, somos la economía de la melancolía, somos los que celebramos el inicio de cada año, somos en todo el universo una simple semilla que sin ser bendita sigue regándose por todo el planeta. Pues bien, es el universo en su melancolía y nostálgica manera de guiarnos lo que nos vuelve excelentes consumidores de sentimientos, ladrones de lágrimas y protagonistas de renglones torcidos en mandamientos llenos de rencores, vemos en la oscuridad una pintura llena de errores, quizás es porque sabemos en el fondo que el alma y la locura la teñimos en el dolor ajeno y no en el propio.

Sintiéndonos profetas y con un breve aroma a café nos fumamos un cigarrillo para ver en esos hilos de humo una línea innesesaria de vida y la sometemos al cancer de la muchedumbre. A veces nos bebemos una copa de vino en el infierno y aunque nos guste su aroma y color, no sabemos el motivo del brindis pues en el infierno son pocos los momentos felices o positivos.

Dejemos en el Reggae una vitamina a la locura, en la locura una vitamina para el pecado y en el caos la razón de ser de la humana existencia.

AV

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero decir que tu existencialismo frente a los rituales cotidianos de tu vida buscan trascender para convertirse en un sentimiento público y mundano, pero lo que más valoro de tu artículo es la época del año en que lo escribes, donde es típico encontrar artículos inspirados en la frase célebre de una canción, "año nuevo, vida nueva", vos te arriesgas a romper con dicha novedad que fluye mágicamente por el simple hecho de dar comienzo a un año y haces honor a lo viejo que se relaciona instrínsecamente con nuestra memoria, pero a la vez, saca a relucir nuestro desesperado y recurrente hábito de olvidar.

Bueno, no siendo más, me despido. Se cuida, feliz tarde, chao.

Iván R. Sánchez dijo...

De acuerdo, no todo esta ni todo es; tambien llego a sentir por el hecho de haber estado en contacto con otro sueño y otra visión; pero algunos le hacemos trampa a lo gris de las calles y las teñimos de la sangre propia y ajena; de odios y de amores (casi lo mismo) esta llena cada calzada; Asi que, que el caos siga reinando y larga vida al rey.

Jojo, me quitaste de los vinculos; por algo sera (Nota: un reclamo lo mas discreto posible)