24 de julio de 2025

Jueves (Mañana)

 


Imagen tomada de: https://www.behance.net/ausrinedaug

By: Aušrinė Aniko Daugėlaitė


Comenzamos con pesadez un día cualquiera en el calendario, los recuerdos se reúnen como un sindicato de viejas voluntades, prestan quejas y exponen motivos para ser reincidentes en viejas costumbres, en llantos del ayer o sonrisas que injustificadas nos derrumbaron en un día cualquiera, esos momentos de grandeza en los que se creía que el mundo podía cambiar.

El día, sintiendo su pesadez natural, empieza a avanzar con algo de nostalgia, quizás el cansancio de tener que madrugar en tiempos de reflexión, o pueda más bien sea el exceso de ideas lo que pueda por supuesto derivar en el agotamiento de un alma joven, inexperta, testaruda y con algo de intransigencia.

Egoísta, aburrido, sin excusas para no avanzar, por el contrario lleno de argumentos sofisticados para llegar de primero, para ser el que da la pauta a quienes la tardanza les ha dado un modo de vida, brindar palabras de serenidad a esos comensales que piensan que el tiempo es una espiral de momentos y placeres, de tareas acongojadas en la libreta de apuntes, se trata de avanzar, no de llegar de primero.

Es jueves y para muchos de los que se afanan con brindar algo de alegría se les recuerda que ante todo, es hoy.

Hay días - conversaba con una bella dama – que son sospechosamente light, para ese asunto las canciones de Calamaro fueron la conexión precisa para quienes necesitan ser detectados en el radar de los abandonados.

En aquellas conversaciones, además de lo recíproco de la incomodidad, la inconformidad se hace presente al mejor estilo de una deuda sin cobrar.

No podemos olvidar que hay que avanzar, que debemos de surtir los retos de cada tarea y en especial, de cada personaje.

El mundo aún puede cambiar, con esfuerzo y algo de intenso trabajo colaborativo podríamos llegar a dar desde este seno social, una mejor versión de lo que somos, pero son precisamente esas redes las que nos encierran en ideas contrarias al punto, que vemos en la paz a los enemigos de siempre, como si fuese esto una diatriba de Luis Buñuel.

Para algunos es un día cualquiera, para otros el inicio de una terapia o tratamiento médico, hay incluso habitantes que ven en este jueves, el último suspiro de sus seres allegados en el momento previo a decir adiós, ese adiós que es imposible abrazar.

Egoísta, intransigente, torpe, intenso, persistente, tímido, insensato, cualquiera que pueda ser nuestro defecto o virtud, somos consecuencia de historias de otros, memoria o epitafio, tiempo que no se detiene para reflexionar, porque preciso, avanzamos con afán.

Todos quieren llegar de primeros, y a veces (me pasa) que me detengo en el medio del callejón para observar a cada uno intentarlo, para descubrir en esa maratón a una cantidad de depredadores que pretendiendo superar a su homólogo, son capaces hasta de acabar con el ayer, para justificar la gloria del presente.

Hay días sospechosamente light, hay días que pueden llamarse jueves, o podemos decirles mañana.

El mundo aún puede cambiar, mañana. 

AV.


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