26 de octubre de 2009

En Clave Estigia



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Matt Brown - Cat's Eyes - 10" Art Print

Como un escalofrío frío y tácito, tambalean los pasos y el silencio se hace grande, la luna busca sus argumentos lejos de la noche mientras se duermen las acciones en grandes distancias. Junto a la cama se escucha el respiro de la nostalgia, se acaparan cariños en canciones que ya no suenan en la radio, en geografías de la soledad, en la perdida memoria del tiempo. Con el afán de los domingos se bebe a sorbos un café que nadie quiere, frío como el amanecer del lunes los espacios se van desgastando junto al espejo, la duda se cuela en las aulas y el cansancio en los horarios de laburo.

Nuestras fuerzas de octubre van culminando con el tradicional afán de un noviembre que reza por fuera.

No es pecado querer ni mucho menos crimen escapar, subastarse en horas y páginas rayadas, no hacer nada, no hablar tampoco es causal de despido ni de castigo, no se puede ahogar con limonada lo que con limón no sana, no se puede alimentar de presiones minutos pasajeros con agujeros de sal en nuevos ropajes, no dar identidad ni pasar bajo palabra otras amenazas, conmigo no.
No se esconde el verso del suicida poeta que figura en el espacio perdido, no se explica la belleza de Munch en sus pinturas ni en sus locuras, conmigo no se escribe en prosa ni se baila con ritmo.

No se presiona al heredero con sueños del padre ni al enamorado con afanes del orgullo, no se le escribe con plegarias ni letanías a quien bien sabe leer el sentido del amor en la vida de los otros, no se redactan naciones en aventuras de guerreros ni en valentía de guerrilleros, no se transforma al hombre con sueños o con sonrisas disfrazadas de sangre. No se perdona ni el más mínimo sentimiento de orgullo cuando el café sigue frío sobre la mesa sin amante o pretendiente que lo beba, no se cuestiona al mojado después de que cruza la frontera.

Mirar en la ventana y dejar que la brisa siga su curso, alimentar la locura con olvidadas canciones, dejarse besar por el licor y fumar un cigarrillo en noche vieja, vagar por la magia del arte y sufrir con el descuido de la ciencia, ser veloz a la dulzura de tus agujas y escuchar miles de consejos sin argumentos, dejarnos subastar en el mercado improvisados deseos, desechar papeles de amor en ridículas sensaciones de soltería y tiempo perdido de camas sin vengadores. Dejar al lunes el trabajo del martes, el martes a merced del miércoles, el jueves con la insistencia del viernes, al viernes declararlo día de feria, el sábado pagar el luto y el domingo yacer sobre el césped de un lunes abandonado.

Cobarde o no, miles de preguntas se encierran bajo camisas de alquiler, mezclando con mesura el cianuro con vino, arte con política o sueños con adicciones, dejar en el plano material los suvenires de tus afanes, escaparme de tu malicia y hundirme en trincheras de indecisión. Quizás los permisos se le piden a la vida aun estando exento de ella, las incomprensiones a veces no se solucionan conversando, mucho menos bailando y aun lejos de la realidad persiguiendo.

Quizás duele, quizás sea un malestar que de octubre a noviembre toma colores oscuros, quizás sean días que desde septiembre se pierden con alta factura de deuda, la importancia se está dando con la misma insensatez con que se paga una deuda, el tiempo se pierde con el mismo rigor de una eucaristía, las huellas del pasado pisotean los besos del presente, triste como el despecho y el orgullo es también la duda, se cuestiona con la misma fuerza con que se abraza a un ser querido, sus rencores no provienen del dolor sino del ardor de un nuevo entender.


No se trata ahora de escuchar ni de perder valores en juegos de enamorados, recorrer calles hallando explicación a las emociones o indagar en las heridas de un guión, se puede querer en la incondicionalidad de la palabra, en la legalidad del sentimiento y en el olvido de la juventud, encontrar nueve vidas en miles de orillas, olvidar dolores de toda la vida, silbar canciones sobre la playa o naturalizar el color del amor en cuadros de texto.

Vuelves a tomar el remo de la Laguna Estigia para darle ruta a los perdidos sin notar que ahora la barca te pertenecerá con eterna practicidad, servirá el tiempo como remedio o como veneno.


Servirá la duda como cuarto menguante de la locura.

AV

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...tal vez te pase como a mí, que el sentir que las etapas culminan te traiga fatiga y un poco de desánimo, pero si logras comprender que más allá de lo que finaliza hay un nuevo comenzar, podrás empezar a comprender e incluso disfrutar aquellas etapas de "crisis" que nos presenta la vida!

Un abrazo mi amigo Don Gato!

AV dijo...

Miles de Gracias amigo Mina.... tus palabras siempre tan oportunas y llenas de buena vida.