14 de julio de 2015

Hay Días





Con las baladas de Gloria Estefan, con el claro día entrando por la ventana, con la nostalgia en el escritorio, con todo lo que podemos dejar salir de tanto pensar, con lo que nos sale del corazón, la distancia misma o el amor, que acerca a los viajeros.
Vamos fingiendo en los días que pasan esas emociones que no podemos dejar salir, nos vamos encerrando en ideas tontas, nos dejamos afectar por el plural afán de una ciudad atravesada por un río que nadie quiere, nos vamos desdibujando en el gris caminar de una tarde desamparada, nos vamos enamorando de las ideas que cada vitrina expone, nos vamos enmascarando con saludos y calles cruzadas, también nos indignamos con los que se fueron.

Retrocedemos en el caminar, volvemos a lo principal, a lo que fue antes de lo que es: Entra la luz de la mañana con su sensual andar, despertando a los indecisos, a los que quieren dormir hasta el cansancio, o descansar de tanto dormir. Llueven las ideas sobre un escritorio que no quiere inspirar a nadie, una taza de café para iniciar jornada, pensar en el amor bonito y suspirar, soñar con esos ojos verdes que deambulan en la imaginación del poeta. Se desayuna y se juega, se distrae la vida en partidos de fútbol simulados, se reflexiona, se lee, se divaga, se finge que se trabaja, se es natural.

Es en el corazón donde las ideas se nacen a sí mismas, es en la salud donde se corretea cada cuento. Primero se piensa en esas interminables historias de brujas que se descubren en la prensa, de deportistas que triunfan en tierras lejanas. Se da lectura a otras novedades y se reflexiona sobre los personajes que dan de qué hablar, de pensar por ejemplo que el Joker adaptado para esta nueva generación es a mi gusto una muy buena adaptación, pero que para otros es un error nefasto. Pensar que el tiempo ha pasado y con el las anécdotas de una nación que tuvo su propio horario, con apellido y tareas pendientes.

Es en la memoria del dolor donde vamos dando sequía a las cuentas perdidas, en donde vamos mezclando las baladas de Gloria Estefan con las ideas para escribir, quizás, para escaparnos de una rutina que no comienza, mejor pensar en salir a la calle y por qué no, en dejarnos contaminar con el paisaje.

Recordar los días vividos y los descansos de un buen fin de semana, de que hay Blogs muy interesantes para leer y otros en los que se tiene el descuido como vocación del alma.

Programarnos para salir a caminar en la tarde, cumplir el deber de pagar lo que se debe y de anhelar lo que no se tiene, de pretendernos en el vacío, de ser siderales en el esquivo caminar de los afanados, de ser soñadores mientras se cruza un paso peatonal, tomar el transporte público y dejarnos inspirar por esos artistas que pregonan la lucha diaria contra el sistema, del esfuerzo mezquino por sostener una familia que para algunos no existe y para otros es mera responsabilidad.

Pasar la página.


AV

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