13 de octubre de 2025

El Heredero (El Hijo).

 



Imagen tomada de: https://i.icanvas.com/RPH175?d=2&sh=s&t=1759172032

Cat in Box  By: Robert Phelps.

I

Harry Manuel nació en una familia convencional, clase trabajadora siendo el hijo menor, su hermano mayor, Mauricio, le aventajaba quizás unos doce agostos de distancia, cosas del tiempo, de los amores fallidos y recuperados entre papá y mamá.

Jaime Alonso, su padre, se enamoró de Marcela Elvira, muy jóvenes. Tan pronto terminaron sus estudios universitarios, se fueron a vivir juntos y allí fecundaron a Mauricio, en una entrega entusiasta de principios de años ochenta. Con el paso de los años, el amor se fue menguando como una vela que cae ante el viento, hasta que el furor de la salsa romántica, años noventa, el amor retomó los cuerpos de Jaime y Marcela, fecundando a Harry, o Manuel, como prefiere decirle su padre.

Creció con las comodidades suficientes para no pasar hambre ni ver la navidad desde la barrera, no recibió la bicicleta que tanto soñaba ni la consola de videojuegos que solicitaba en reiteradas cartas al divino niño nacido del pesebre de la casa, sin embargo jamás le hizo falta zapatos ni pijamas, incluso, llegó a coleccionar muñecos de su serie de televisión favorita, no en calidad original ni en edición de lujo, solo los corrientes que las jugueterías locales fabricaban.

Terminó de estudiar en un colegio privado de clase trabajadora, nada de lujos ni apellidos ostentosos. No había abolengo en la fila de pupitres ni marca de ropa lujosa en los uniformes de diario o deportes. Harry era una persona normal.

Fue tan normal que decidió estudiar periodismo, igual que su padre, Jaime Alonso, ya reconocido cronista del diario local. Su madre Marcela se recibió de Psicóloga en la Universidad Católica, sin lujos ni compañeros de grado importantes, en cambio su hermano mayor, Mauricio, estudió en la universidad pública, pero graduándose a honores, con una beca en los bolsillos y muchos amigos de distintas clases sociales, quizás algo que para sí era motivo de envidia.

La vida es una espiral de emociones donde se administran las tentaciones, si bien Harry no pretendía ser becario o aunque sea un reconocido estudiante en la universidad, sí anhelaba la capacidad de socializar de su hermano mayor que ya en edad madura, lideraba una empresa de empaques que daba buenos réditos al final de cada año.

Harry no tuvo novia sino hasta avanzados sus estudios en la universidad privada, finalmente entró a cursar comunicación y periodismo en la Autónoma, una universidad de buen prestigio pero no de élite si se le compara con otras de la misma ciudad. María Fernanda, tan corriente como Laura o Patricia, nombres que para la época detonaban la memoria de las tías de antaño, estudiante por igual de comunicación pero sin los dones de la belleza vallecaucana, más bien corriente, como las damas del centro del departamento.

Al momento de graduarse, ella, la novia, logró una oportunidad en Bogotá para servir de auxiliar en un reconocido medio de comunicación nacional, sin dudarlo inició su camino que hoy, muchos años después la premiaría la vida con ser la más importante periodista de un medio de comunicación audiovisual.

Harry no prosperó como periodista ni mucho menos como programador de televisión o cronista de la prensa local, si quiera pudo acceder a trabajar en la radio. A pesar de los intentos de su padre de mover influencias y promesas, no se lograba ubicar en algún puesto de importancia profesional.

No se lograba ubicar porque sentía en el fondo, que no pertenecía a ninguna parte.

Fin de la primera parte.

AV.

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