26 de noviembre de 2007

Belleza Subliminal



Respira profundo, déjalo salir, muerde la inocencia de la tarde. Húmeda como la nostalgia, como las gotas de sangre que escapan de una herida casual, innecesaria voluntad de crecer, pésima actitud de madurar, déjalo salir, que se haga ajeno, que no te reproche los vacíos de la cama, que no te desvele con su silbido nocturno.
Húmedo como la sal cuando sale del mar, como la brisa de agosto que cae con hambre, como el calor del hogar después de partir, déjalo salir, expresarse, mutarse, arriesgarse.

Ante el espejo no preguntes, no cuestiones, mira de reojo e identifica tus líneas, busca el mensaje en el tocador, mira en el techo el reflejo de la conciencia, del blanco que te vigila cuando duermes, del límite del ego. En ocasiones disimulas la beldad bajo un velo de estiércol, formado de palabras y opiniones, maquillado con imágenes externas, de juguetes prestados, de juicios y criminales.
Naces cuando la hora de expulsarte te toma por sorpresa, te educaron con el pudor de la paternidad, te alimentaron con noticias y regaños, te dejaron en celo, te ilusionaron con viajes para el cuerpo, con blusas y jeanes tejidos a mano, como la piel, como el ego, que los tejiste a mano mientras masturbabas la presencia de otros.

Echaste a la basura las oportunidades de amar al prójimo, te vendiste en caminos pavimentados, en rutas que viajan sin ti, pero que atreviste a cruzar. Naciste para ser amada, deseada, besada, olfateada pero nadie ha sido capaz de lamerte, te dejan en celo, con el calor de la sexualidad temprana, te recordaron el celo que en el hogar fue el regaño de cada desayuno. Licor, licor, licor.

Burbujas de pasión inconsolables, bajo una ducha fría y solitaria desvelas tu cuerpo de manera esotérica. Vives como mascota prestada, en cautiverio eterno, con el alma al aire buscando tierra, acosada por nubarrones, dejada al margen de esa belleza que en la cotidiana muerte de tu base y pestañina ilusionas a caminantes y sonajeros. Un beso lo soluciona todo pero no promete sexo, no promete paz, no promueve vida, solo la reproduce con tu misma sangre y tu misma belleza, llena de subliminales criminales, llena de amores lejanos, amores que no has conocido en vida.

Necesitas suerte para retomar el rumbo.

1 comentario:

Iván R. Sánchez dijo...

Como me recuerdan cosas esas palabras; Me pone a pensar...

Armando, por favor envieme su mail (de G-mail) para hacerle la invitacion y que pueda publicar cuentos en el blog de cuentos para antes de ir a dormir; si quiere lo manda a nottomeplease@gmail.com o lo deja en la cajita de mensajes del Blog. Mucha suerte en todo lo suyo y espero que siga interesado en continuar la historia y en escribir alli y hacer parte de los magos.